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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La casa sin sueños

Es merecida la iniciativa del CAB de Burgos de reunir trabajos de diversas etapas del escultor Florentino Díaz (Cáceres, 1954) y revisar una trayectoria que abarca dos décadas. Una muestra que permite apreciar no sólo la solidez argumental que sostiene su obra a lo largo de estos años, sino también el modo en que ha ido incorporando nuevos materiales y soportes al tiempo que desarrollaba un cambio de actitud que le ha llevado a profundizar en su lectura social del espacio. Desde muy pronto aparecen dos de los elementos característicos de sus propuestas: la referencia a la idea de habitabilidad y el juego de oposiciones sobre el que se sostiene el tratamiento de dicho concepto. La casa se configura en su obra como un icono, un elemento gráfico que cristaliza y concreta esa referencia al concepto de lugar habitable, algo que en el fondo remite a lo que sería un fundamento básico de la arquitectura: el equilibrio entre la vivienda y los recursos y necesidades de la sociedad. Un equilibrio sin duda fallido en nuestra sociedad, como Florentino Díaz explicita con rotundidad en su instalación El estanque de las tormentas.

FLORENTINO DÍAZ

'El estanque de las tormentas'

Centro de Arte Caja de Burgos Saldaña, s/n. Burgos

Hasta el 6 de enero de 2008

El modo en que traslada e inserta esa reflexión en campo de lo sensible, de los materiales, es a través de un juego de oposiciones, especialmente visible en las piezas construidas a partir de la tensión entre el acero y el caucho, la estructura y la elasticidad, la disolución de la geometría, la oposición entre utopía y realidad. Sin duda uno de los momentos más destacados de su trayectoria. Articulador juego de opuestos visible igualmente en Hôtel de Ville, donde confronta un interior palaciego con la referencia a la chabola y la reutilización de materiales desechados, diseño y reciclado, viejos y nuevos usos alterados y transformados.

En la espléndida instalación El estanque de las tormentas, que ha desarrollado específicamente para esta muestra, profundiza en la presión que el desarrollo urbano ejerce sobre esas condiciones de habitabilidad. Las tormentas a que hace referencia el título, simbolizadas en el agua incesante que cae sobre la precaria casa construida con puertas desechadas de otros inmuebles (en este caso puertas del Ritz y de Atocha 55, el edificio donde ocurrió la matanza de Atocha), son un reflejo de las inestabilidades y las dificultades a que se ve sometida la vida en la ciudad. El lugar habitable suele ser la primera víctima de la planificación urbana. La confrontación entre el espacio privado que representa la casa, el umbral de la memoria, y el espacio público encarnado en las fotografías que la rodean, que nos muestran las obras faraónicas de la M-30 de Madrid, se resuelve finalmente en una atmósfera de amenaza y pérdida.

Junto a esta exposición puede verse también una primera individual extensa del fotógrafo Fernando Maqueira. Un trabajo que se mueve dentro de unos parámetros demasiado convencionales, especialmente en lo que se refiere al que parece ser su tema predilecto, la fotografía ligada al viaje, donde actúa con un estilo indeciso que fluctúa entre la subjetividad poética tan habitual en el género y una lectura excesivamente literal y formalista de algunos fotógrafos americanos. Lo más apreciable de su propuesta se encuentra en algunas de las imágenes de su serie Sobre la Alhambra, de 2004.

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'El estanque de las tormentas' (2007), de Florentino Díaz.

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