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A Coruña ensayará tácticas disuasorias contra el botellón

El ayuntamiento estudia regar de noche la plazas más concurridas

A falta de recetas para atajar el botellón, hubo cuando menos unanimidad en el diagnóstico durante la primera reunión ayer entre el alcalde de A Coruña, Javier Losada, y los vecinos más afectados. A la espera de que el ayuntamiento redacte una ordenanza, se ensayarán tácticas disuasorias, con un refuerzo de la presencia policial y la posibilidad de limpiar las plazas a la hora en la que los jóvenes las invaden.

Los vecinos de las zonas céntricas de la ciudad que acogen los botellones más multitudinarios aceptaron dar de plazo hasta noviembre al alcalde para que articule el prometido plan de choque, que incluye reordenar el uso de los espacios públicos y medidas para limitar la venta y consumo de alcohol por las noches. Losada descarta prohibir que se beba en la vía pública por considerar que, sin una norma de rango autonómico, sólo desplazaría el botellón a otras localidades. Pero se comprometió a estudiar la petición de que los establecimientos comerciales no puedan vender alcohol en horario nocturno.

Atendiendo las reivindicaciones de los afectados, también se reforzarán a partir de este mismo fin de semana las patrullas policiales que empezaron a vigilar los botellones a finales de septiembre. Los vecinos pidieron que los agentes, tanto locales como nacionales, se desplieguen antes de la llegada de los jóvenes y que su presencia, que pretende ser ante todo disuasoria, sea "más eficaz".

Otra de las tácticas que se ensayarán será la de enviar las máquinas y los operarios de los servicios de limpieza de la vía pública a la hora en la que empiezan las concentraciones juveniles. "Si las plazas se riegan de noche será una manera poco conflictiva y costosa de disuadir a los del botellón", afirmó el representante vecinal de la Ciudad Vieja, Anxo Varela.

Tanto él como sus compañeros de otras zonas del centro salieron satisfechos de su primera y esperada reunión con el alcalde en la medida en que pudieron expresarle su hastío. Consideraron "firme" la voluntad de Losada de intentar resolver el problema. "Pero ya no aguantamos más, y aunque sabemos que se necesita tiempo porque es un tema complejo de resolver, queremos que se adopten medidas porque ya hay un grave problema de salud, no sólo por el consumo de alcohol sin porque no podemos descansar", advirtió Fernando Rubín, portavoz de la Plaza San Pablo-Paseo de los Puentes.

Losada prometió "incorporar en la medida de lo posible" estas demandas a su plan de choque. Seguirá en los próximos días con otros sectores, como asociaciones de padres de alumnos. Lo que sí le molestó fueron las críticas del PP, al que acusó de utilizar el botellón para crear "confrontación".

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