Los ojos de la FIA amenazan a McLaren
El delegado federativo que debe controlar la igualdad entre Alonso y Hamilton en Brasil tendrá una misión casi imposible
En McLaren Mercedes esperan el domingo al oficial de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) que debe controlar que el equipo mantenga la igualdad de trato entre Fernando Alonso y Lewis Hamilton durante el Gran Premio de Brasil. La última carrera del campeonato va a decidir el título y los dos pilotos están separados por sólo por cuatro puntos. Ante la carrera en Interlagos, Hamilton tiene 107 puntos, Alonso es segundo con 103, y Kimi Raikkonen suma 100. Tras las insistentes críticas del asturiano de que su equipo le ha perjudicado, la FIA aseguró al presidente de la Federación Española, Carlos Gracia, que enviaría un comisario para controlar los movimientos de McLaren.
"Si quieren perjudicar a un piloto, hay mil formas sin que nadie se entere", afirma un ingeniero
El pasado sábado, la escudería británica aún no había recibido ningún comunicado anunciándole la llegada del emisario. Pero ayer, Ellen Kolby, jefa de comunicación de McLaren, reconoció que al fin les había llegado la notificación. "No sabemos nada más de él", confesó. "Ni quien es, ni el día que llegará. Pero le esperamos para el sábado y el domingo". Durante los últimos días, los dirigentes de McLaren han querido evidenciar su equidad. El patrón, Ron Dennis, viajó el martes a Madrid para ofrecer garantías a Gracia e invitarle a ver la cronometrada y la carrera desde su box con el asesoramiento técnico de Pedro de la Rosa; y el equipo hizo público un comunicado en el que proclamaba la igualdad entre los dos pilotos.
"No estoy de acuerdo con la decisión de la FIA, pero no es algo que dependa de nosotros", señaló ayer Fernando Alonso. "Si lo quieren hacer que lo hagan, pero pienso que no hacía falta. Creo que el equipo va a mantener la igualdad. En China
[donde se quejó de que la presión de sus neumáticos no era la adecuada en la última cronometrada], estaba disgustado con los resultados de la clasificación porque estaba en los tiempos y luego me quedé a seis décimas. Pero comprobé que la presión de mis ruedas eran demasiado altas y sé que eso puede ocurrir. Fue una coincidencia y muy mala suerte", comentó ayer.
Martin Witmarsh, coordinador de McLaren, volvió a insistir en la igualdad. "Nunca hemos boicoteado a Alonso", aseguró. "Y ahora quiero repetir de forma categórica que les daremos las mismas oportunidades a él y a Hamilton". Las palabras están ahí. Pero los hechos también. Y al menos en tres ocasiones, en la segunda parte del campeonato, las presiones de los neumáticos no eran las adecuadas cuando Alonso realizaba el último intento en la cronometrada: Hungría, Japón y China.
"Aunque haya un comisario mirando lo que ocurra, es muy difícil que pueda enterarse de algo", comentó ayer un ingeniero de una escudería del Mundial. "Dudo que McLaren quiera actuar contra uno de sus pilotos, pero si quieren hacerlo hay mil maneras sin que nadie se entere. Desde bajar o subir mínimamente la presión o la temperatura de los neumáticos a modificar un grado la angulación de los alerones, o incluso cuestiones mecánicas como retrasar unas milésimas de segundo la tracción de las velocidades en el cambio. Y de todo ello no queda constancia en ningún sitio".
Nelson Piquet, campeón mundial en 1981, 1983 y 1987, entró ayer en la polémica y mostró su incredulidad sobre los sabotajes del equipo en el coche de Alonso. "No creo que estas especulaciones sean ciertas, aunque la situación interna en el equipo se ha deteriorado sobremanera", señaló el brasileño. "La batalla verbal que se vivió en Japón y China entre Hamilton, Alonso y Dennis no tiene precedentes en la F-1. Sin embargo, creo que Alonso sólo pretende desestabilizar a Hamilton, tal como yo lo hacía con Mansell cuando le decía que su mujer era fea y que él era mudo", añadió.
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