Líneas cortadas y accesos con colas
El incidente de ayer en Bellvitge bloqueó una parte del servicio de Cercanías entre las 8.30 y pasado el mediodía. Obligó a circular por una sola vía en Bellvitge y afectó a cuatro líneas de Cercanías. En la C-2, que une Sant Vicenç de Calders con Maçanet, se produjeron retrasos medios de 20 minutos, aunque algunos usuarios los sufrieron de hasta una hora y media. La línea C-10, que enlaza Barcelona con el aeropuerto, fue suprimida. Renfe habilitó un servicio de autobuses para sustituirla. También se vieron afectadas la C-1, que cubre el recorrido entre L'Hospitalet y Maçanet, y la C-7, que enlaza L'Hospitalet con Martorell. Además, el incidente volvió a afectar a los trenes de media y larga distancia, que debieron modificar su recorrido. Minutos antes de las doce el socavón quedó tapado con hormigón y empezó a restablecerse el servicio.
Además de los problemas ferroviarios se registraron otros en las carreteras de acceso a Barcelona, motivados tanto por la lluvia como por la incertidumbre que provoca el uso del tren. Las rondas registraron tráfico intenso en el nudo de la Trinitat y en el nudo del Llobregat. Se produjeron retenciones en dirección a Barcelona entre los puntos kilométricos 4 y 19 de la B-20 y atascos de 10 kilómetros en la B-23 desde Molins de Rei.
En la AP-7 se registraron atascos entre los kilómetros 152 a 161 en dirección a Tarragona y hubo ocho kilómetros de colas entre Sant Cugat y Barberà, en dirección norte. En la A-2, la retención más importante fue de cinco kilómetros entre Martorell y Sant Feliu en dirección a Barcelona. Además, algunas carreteras del Baix Llobregat y del Vallès quedaron inundadas aunque no sufrieron daños de consideración.
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