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Reportaje:Narcotráfico en Colombia

Los vendedores ambulantes de México pierden la guerra

El centro histórico del Distrito Federal queda bajo control de la policía

El ejército de vendedores ambulantes que durante 12 años ocupó las calles del Centro Histórico abandonó sus posiciones en las 192 manzanas del área, que desde hace días permanecen férreamente vigiladas por más de un millar de Granaderos (policía antimotines). El Gobierno del Distrito Federal (Ciudad de México) ganó una primera batalla en la guerra contra los mercadillos, pero no la guerra. Los comerciantes amenazan con volver si no reciben apoyo y seguridad para trabajar.

Según las autoridades, en la operación de limpieza del México Viejo han sido movidos unos 13.000 vendedores callejeros, aunque María Rosete, dirigente de las Organizaciones Unidas del Barrio de Tepito, dice que pueden llegar a 20.000. Son gentes que durante muchos años han subsistido en el comercio ambulante a falta de alternativas de trabajo formal. "Hay carencia de empleos y el salario mínimo es raquítico (unos cuatro euros al día)", señala.

Los desalojados han perdido de un día para otro su clientela, tienen problemas para mantener los contactos con sus proveedores y viven en la incertidumbre, con la esperaza de que el Gobierno cumpla sus promesas, de brindarles espacios legales de venta, apoyos financieros y seguridad para trabajar, añade Rosete. Los vendedores quieren tener sus puestos "lo antes posible", porque la temporada de Navidad está a la vuelta de la esquina y representa la mejor época para ellos.

Sacarles del centro histórico no ha sido tarea fácil. El Gobierno local llegó primero a un acuerdo con la asociación de comerciantes y se comenzó por los que vendían televisores, radios, aparatos de sonido, ropa nueva o usada, lencería o bisutería. En los alrededores de la plaza del Zócalo, se esfumaron los vendedores de baratijas, vídeos y CD piratas, pero todavía trabajan algunos toreros, vendedores que con las mercancías en las manos o en delantales desafían a las autoridades.

Unos 1.200 granaderos resguardan el Centro Histórico, sin que, hasta el momento, se hayan producido incidentes. María Rosete señala que ahora el Gobierno tiene que "cumplir al pie de la letra" los acuerdos por los que se comprometieron a reinstalar a los vendedores informales en 36 mercados que cubren unos 30.000 metros cuadrados.

Los defeños (habitantes del Distrito Federal) están divididos en cuanto al comercio ambulante. Según una encuesta de Parametría, el 49% lo consideran positivo, porque creen que fomenta el empleo, combate la pobreza y abarata los productos. Mientras que el 46% piensa que fomenta la ilegalidad, insalubridad y caos.

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Una calle antes del desalojo.
Una calle antes del desalojo.AFP

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