Lorenzo no está para pruebas
El español, que se juega el título en Australia, terminó a un minuto del ganador en Japón porque usó un nuevo modelo de neumáticos
Por más que Jorge Lorenzo se haya podido aflojar a la hora de poner el cerrojo a su segundo título consecutivo, no es normal que el vigente campeón del mundo de dos y medio termine una carrera el undécimo, como ocurrió hace dos semanas en Japón. Es cierto que el año pasado las pasó canutas cuando tocó rematar la faena. Que se vino abajo y tuvo que ser Alex Debón, su compañero, confidente, consejero y amigo, quien le rescatara de un agujero que parecía no tener vía de escape. Pero en ningún caso Lorenzo acabó una carrera un minuto más tarde que el ganador, como ocurrió en Motegi. "No puedo decir nada. No sé si ha sido por culpa de mi cabeza, de la moto o de qué, pero no he podido rodar más rápido", se resignó el mallorquín, hundido tras bajarse de la moto.
Sin embargo, dos semanas dan para analizar muchas cosas, y rara es la vez que un equipo de los punteros no consigue encontrar los motivos mecánicos, si es que los hay, que determinan el fiasco puntual. "Tras analizar varios parámetros, llegamos a la conclusión de que el principal problema que Jorge tuvo en Japón se debió a los neumáticos que calzamos en la Aprilia", asegura Joan Llansà, uno de sus mecánicos de confianza. Tan es así que Lorenzo se lo llevará con él la próxima temporada al equipo Yamaha de MotoGP. Para entender lo que ocurrió en Japón, el equipo de mecánicos del motociclista mallorquín fijó su mirada hacia una dirección concreta: la fábrica Dunlop, la marca que suministra los neumáticos a todos los pilotos de 250cc. "Dunlop sólo nos dio una opción para la carrera. Unos neumáticos que no habíamos probado antes. Y salió mal", asegura el técnico. "Todos nos equivocamos alguna vez. Sin embargo, lo que no es normal es que hagamos pruebas ahora que nos estamos jugando el título". Las quejas del mecánico derivan de lo que le ocurrió a Lorenzo, pero también de cómo les fue a los demás. "Parece ser que algunos se trajeron los neumáticos de casa y no utilizaron los que les ofreció Dunlop", denuncia el motorista español. Y les fue mucho mejor que a él.
Ese fue el caso de Dovizioso, el único que podría arrebatarle el título a Lorenzo -está a 36 puntos cuando sólo quedan 75 por disputar-, y que en Japón peleó por la victoria y terminó segundo. El italiano sí pudo equipar su Honda con el modelo de compuestos convencional, el que todos los pilotos venían utilizando hasta entonces. "Ese neumático tiene una franja longitudinal que abraza toda la superficie de contacto, por el centro, y ayuda en el momento de las frenadas. Los nuestros ya no tenían esa franja", esgrime Llansà.
¿Por qué Dovizioso sí pudo calzar su Honda con las gomas convencionales y Lorenzo no tuvo esa opción? La respuesta que ofrece Dunlop es bien sencilla: porque su equipo se los llevó consigo de Portugal, la carrera anterior. "Nosotros ofrecimos a todo el mundo el modelo nuevo", asegura Clinton Howe, el técnico que supervisa los talleres de Giorgio y de Dovizioso. "Andrea se llevó sus neumáticos, y por eso pudo colocarlos en su moto. Jorge no pudo, simplemente, porque no tenía", ahonda Howe que, además, explica el porqué del fracaso de los nuevos compuestos en la carrera de hace quince días. "Las características de Motegi y las circunstancias en las que se desarrolló la carrera complicaron las cosas. Ese circuito tiene puntos de frenada muy agresivos, y también hay que tener en cuenta que la pista se fue secando el domingo". En la parte central del asfalto se abrió un carril de cemento seco, y eso supuso un martirio para los neumáticos de Lorenzo, que se hicieron trizas tan rápido como el español se desinfló. No obstante, no parece que pueda ocurrir lo mismo mañana en Phillip Island, donde el mallorquín voló subido a su Aprilia en las dos primeras sesiones de ensayos que se disputaron ayer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.