La 'mocadorà' de Camps
Al presidente de la Generalitat, Francesc Camps, este periódico le regaló el 9 d'Octubre una mocadorà en forma de encuesta del Instituto Opina. Pero es que dos días más tarde el CIS que controla el Gobierno de España lo coloca en el podium de quienes mejor defienden la causa valenciana. En una semana, el tronaor, la piuleta y el premio a la españolidad valencianista. Camps es el triunfador aquí y en Madrid, para que luego vengan diciendo que reina pero no gobierna o la consabida tesis del tancredismo. Oros son triunfos.
La encuesta de EL PAIS, hecha pública el 9 de octubre, día nacional valenciano, dice que el PP logrará dos diputados más en las generales en las tres demarcaciones de la Comunidad Valenciana. Més glòries a España. Además, dice que el PSOE se hunde en Valencia. Y la encuesta del CIS, hecha pública el 12 de octubre, día nacional español, sitúa a Camps en valoración por encima incluso de Rodríguez Zapatero en la defensa de los intereses patrios. Y eso que ahora el nuevo eslogan del Gobierno de España es ZP-Zapatero Patriota. La mocadorà completa para Camps.
Pero las encuestas siempre tienen letra pequeña y los del PP no deberían olvidar leerla, no vaya a ser que entre tanto efluvio patriota se les vaya Sant Donís al cielo. En las que manejamos hay unas claras conclusiones. Una: que el PP sigue arrasando en la Comunidad Valenciana incluso donde no se le esperaba y aunque no haga nada más que dejar pasar el tiempo. Dos : que el PSOE ni está ni se le espera. Siguen en caída libre los de aquí y Zapatero y Narbona continúan metiendo la pata, quizá porque deben contentar a sus futuros compañeros de Gobierno. Tres: que, visto lo visto, la situación electoral es la misma que hace cuatro meses, después de que Rita Barberá arrasara en Valencia, María José Catalá lo hiciera en Torrent y Francesc Camps en todas partes. Cuatro: que la ligera tendencia a la baja del PP en Castellón y Alicante queda confirmada. Y cinco: que la izquierda a la izquierda del PP no sabe por dónde salir ideológicamente. ¿Cómo coño van a ganar o aparentar hacerlo Glòria Marcos, Marina Albiol, Jordi Sevilla, Joan Ignasi Pla o Enric Morera? El votante debe pensar que les hablamos de una colla, no de partidos políticos.
Nada de esto es nuevo, puesto que quedaba demostrado tras los análisis post electorales del 27 de mayo. Pero bueno es reconocer que las tendencias en la democracia actual mantienen una constante. El city marketing le funciona a Valencia hasta en la selección de la MTV para montar sus vídeos musicales. Y ahí están los resultados. En Alicante y Castellón andan todavía pegando carteles de obras pendientes de cuando Lerma. No pesa el asunto de los parking o el llamado caso Fabra; eso retiene el voto de menos de un cinco por ciento de votantes que ya lo tienen decidido antes de ir a la urna. Pesa la imprecisión municipal. ¿Usted qué quiere hacer con Alicante o Castellón? Lo quiero como alcalde, pero cuando lo tenga claro le doy el voto. Por eso en las encuestas aparece un alto grado de aceptación política del partido gobernante en ambos casos. Pero la política del siglo XXI es cuestión de conjugar sentimientos y la Fórmula 1.
Y tampoco tiene que ver el particular ascenso del PSOE en algunas demarcaciones. El PSOE crece un par de puntos por el hundimiento de su izquierda, pero no genera voto nuevo. El voto de izquierda no militante vota Rita y Camps en Valencia y se queda en casa en Alicante y Castellón. Al PSOE ni lo huele ni lo ve. Y eso lo refleja la encuesta incluso con la mayoría aplastante que le llevará Camps a Rajoy el día 10 de marzo, sobre todo ahora que el PP ha descubierto el marketing viral y echado a la calle un vídeo patriota que, diga lo que diga, es motivo de debate político. Para eso se ha hecho y no para que lo aplauda Pepiño Blanco. Con esos votos Rajoy acabará de ganar las elecciones, pero Zapatero gobernará con sus múltiples matrimonios de conveniencia.
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