Defensa solicita "compostura" a los asistentes al desfile

El Ministerio de Defensa ha pedido "compostura, tanto en la etiqueta como en el comportamiento", a los asistentes al desfile que se celebrará mañana en Madrid con motivo del día de la Fiesta Nacional.

Las tribunas que jalonan el recorrido, desde la Plaza de Cibeles a la de Emilio Castelar, tienen capacidad para unas 10.000 personas, de las que 2.000 estarán dentro de la llamada "almendra central", en la plaza de Colón, donde se situarán las autoridades, encabezadas por los Reyes.

En los dos últimos años, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido recibido y despedido con abucheos y pitidos por parte del público y este año se teme una situación aún más crispada debido a la convocatoria del PP a sus simpatizantes para que salgan a la calle.

El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, recordó ayer que el 12 de octubre es "el día de todos los españoles" y pidió que no se estropee por "tentaciones partidistas".

Desde su departamento, se ha recordado a los destinatarios de las invitaciones que se trata de "un acto institucional, ante el que hay que guardar el respeto debido". En términos de etiqueta, los militares que acudan como público deben vestir uniforme de gala.

Aunque todas las invitaciones proceden de Defensa, este ministerio las distribuye a otros organismos para que las repartan, por lo que no se conoce el destinatario último de cada invitación. De lo que sí queda constancia es de quién repartió las invitaciones correspondientes a cada tribuna. Fuentes militares aseguraron, no obstante, que los abucheos de otros años no procedían de las tribunas sino del público que acude al desfile.

10.000 banderas

Al margen de los gastos de las Fuerzas Armadas, la organización del desfile, que se adjudica a empresas privadas, tiene un coste máximo de 586.549 euros, según la resolución publicada en el BOE. Además de la colocación de las tribunas, se repartirán 10.000 banderas españolas.

La celebración del desfile supone una concentración casi sin precedentes de autoridades ya que, además de la familia real, en la "almendra central" estarán el Gobierno, los responsables de las principales instituciones del Estado, la cúpula militar, el líder de la oposición y los presidentes de la mayoría de las comunidades autónomas, salvo los del País Vasco, Galicia y Murcia, lo que ha obligado a montar un gran dispositivo de seguridad.

La anunciada asistencia del presidente catalán, José Montilla, fue criticada por el líder de la oposición, Artur Mas, de CiU, quien opinó que "con la que está cayendo" contra Cataluña, el presidente de la Generalitat no debiera acudir a "un acto de este tipo".