Impuestos y contaminación

He leído la noticia sobre el impuesto de matriculación para reducir las emisiones de CO2. Además del error del Gobierno de bajar el de yates de recreo y aviones privados, quiero hacerles ver que la medida es completamente inadecuada, tal y como se lee en la noticia dada por EL PAÍS. Al bajar los impuestos de los coches menos contaminantes están estimulando el que personas que seguirían utilizando el transporte público se compren uno de estos coches, pues ya les alcanza a su economía.

La medida correcta habría sido no bajar el impuesto para los coches pequeños y subirla mucho para los coches potentes y, por ello, más contaminantes. La declaración del Gobierno de que no habrá cambio neto en la recaudación es una afirmación de que la medida no implicará una reducción de emisiones, ¡y ése se supone que es el objetivo!, ¿o es que piensa el Gobierno que el que ha sido disuadido de comprar un coche potente se comprará dos coches menos contaminantes?

En realidad, la bajada de recaudación en coches potentes seguramente se compensará por la sobreestimulación en la compra de coches menos potentes... pero netamente las emisiones de CO2 no bajarán como es fácil de deducir.

El cambio climático y la destrucción de la biosfera son posiblemente los problemas más serios que tiene planteada la humanidad, y deberían de tratarse con más cuidado y preocupación, tanto por todos nosotros como por los gobiernos.