Las informáticas deben ahorrar energía
Décimo análisis de los indicadores Eurosif /Le Monde, EL PAÍS y La Stampa de los resultados medioambientales y sociales de las grandes empresas internacionales
El 19 de octubre, en Bruselas, los representantes de los empresarios, de las asociaciones de consumidores y de las organizaciones medioambientales tuvieron que opinar sobre un proyecto de reglamentación europea que impone nuevas normas de consumo de energía para los aparatos eléctricos y electrónicos cuando se encuentran en modo de espera o activado. Mientras que este consumo varía actualmente de 12 a 15 vatios/hora según los modelos, la medida propuesta impondría a los fabricantes una prestación de 1 a 2 vatios/hora, en el plazo de un año desde la adopción de la medida, y después en un plazo de tres años, de 0,5 a 1 vatio/hora para todos los nuevos modelos.
Esta iniciativa, que entrará en vigor en septiembre de 2008, es sólo una de las 15 decisiones que tomará la Comisión Europea entre mayo de 2008 y marzo de 2009 para aplicar la directiva "concepción ecológica de los productos consumidores de energía", adoptada el 6 de julio de 2005, y cuyo acrónimo inglés, EUP, ha inspirado a los expertos franceses el bonito sobrenombre de directiva Yupi. Cada una de ellas establecerá normas de eficiencia energética para una "familia de productos", desde el alumbrado público hasta los televisores, frigoríficos y calefactores, pasando por los ordenadores. Su objetivo es reducir el consumo de energía en un 20% de aquí a 2020.
La fuente más importante de economía sigue siendo la modificación de los hábitos de los consumidores, tanto en casa como en la oficina
La variación de la eficiencia energética depende de la pantalla del ordenador: la plana consume dos o tres veces menos que la catódica
La medida que concierne a los ordenadores deberá ser adoptada en septiembre de 2008, al mismo tiempo que la que se refiere al alumbrado de las oficinas. Este paquete reglamentario deberá atraer la atención de las empresas respecto a la eficiencia energética del material informático que utilizan. Especialmente, en el contexto actual de encarecimiento de la energía y de las decisiones que saldrán del Grenelle del medioambiente.
Consumo de material
Según las evaluaciones más recientes -una encuesta llevada a cabo en 2005 por la consultora Enertech por encargo del Organismo del Medio Ambiente y del Control de la Energía (ADEME, siglas en francés), sobre 600 aparatos, en 49 empresas de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul-, el consumo del material informático de las oficinas sería de 878 kilovatios/hora por empleado y año. De este total, el 30% procede de la unidad central del ordenador, el 24% de las pantallas, el 19% de los servidores y el 12% de las impresoras.
Hay que señalar que "sólo el 25% del consumo de las pantallas y el 16% del de las unidades centrales corresponde a los periodos de utilización; el resto proviene de los periodos de funcionamiento sin utilización, de puesta en espera o en parada activa", explica Hervé Lefebvre, del departamento de Mercados y Servicios de Eficacia Energética de ADEME.
Los ordenadores portátiles, el material informático más vendido del mundo, tienden a reemplazar poco a poco a los ordenadores personales y a los sistemas de escritorio, tanto en el uso privado como en el profesional.
Según los datos reunidos por la consultora Ernst&Young para el décimo artículo de los indicadores Eurosif/Le Monde, EL PAÍS y La Stampa, los fabricantes de portátiles se adelantan a la normativa y, preocupados por desmarcarse de la competencia, rivalizan en iniciativas para ponderar la economía derivada de la eficiencia energética de sus modelos. Pero únicamente dos firmas, Apple y HP proporcionan de forma accesible la información necesaria del conjunto de su gama. Y el esfuerzo global sigue siendo difícil de evaluar. "Incluso aunque se dé a conocer el número de productos etiquetados y posiblemente se conozcan las prestaciones de cada modelo, por el contrario, no existe información respecto a la proporción de productos más económicos en la gama completa del fabricante y, sobre todo, en el volumen total de sus ventas", señala Alexandre Hébert, consultor del departamento de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Ernst&Young. Sin embargo, además de las preferencias del consumidor, esta información es la que puede orientar la elección del inversor preocupado por evaluar la capacidad de una empresa para adaptarse a la reglamentación y a los principios de desarrollo sostenible que él requiere.
Pero, más allá de la responsabilidad del fabricante, la del consumidor es primordial. En primer lugar, en relación con la compra. "Por término medio, el parque informático de una empresa se renueva completamente cada tres o cinco años", especifica Lefebvre. Primero, se trata de escoger un material adaptado al rendimiento que se espera de él. La capacidad de los ordenadores se duplica cada 6 o 12 meses por término medio, y su consumo energético aumenta también, aunque es cierto que a un ritmo menor. En la mayoría de los modelos existentes, la función más sencilla está alimentada al mismo nivel que la más compleja, lo que provoca un exceso de consumo inútil. A continuación, para un trabajo equivalente, la variación de la eficiencia energética depende de la pantalla (según su tamaño y su tecnología; la plana consume dos o tres veces menos que la catódica), del microprocesador y, por último, de la alimentación, descuidada a menudo: por término medio, el 40% de la energía aportada se pierde en forma de calor.
Sin embargo, la segunda y más importante fuente de economía sigue siendo la modificación de los hábitos, tanto en casa como en la oficina. La simple activación automática del modo de espera de las pantallas (no confundir con los economizadores de pantalla, que no permiten ninguna reducción del consumo), así como la pausa de los ordenadores, permite ahorrar hasta el 60% del consumo de la pantalla y el 50% del de la unidad central. Pero los modos de espera o activado consumen todavía mucho: lo ideal es proveer la alimentación de un interruptor que permita apagar completamente la máquina cuando no se va a usar. Finalmente, hay que utilizar "opciones avanzadas de gestión de la energía", cada vez más presentes en los sistemas de explotación, que permitan hacer variar el consumo de energía en relación con las funciones activadas.
© Le Monde, 2007
Los datos
La información ha sido recogida y tratada por la consultora Ernst & Young, a partir de documentos publicados por las empresas. No aparecen en este cuadro los datos relativos a IBM, que ha vendido a Lenovo su sector de ordenadores personales y portátiles, ni a Gateway comprada en agosto por la empresa Acer, de Taiwan. Los datos de Packard Bell están incluidos en los de NEC, propietaria de la marca. Finalmente, Hitachi sólo vende ordenadores portátiles en el mercado japonés.
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