¿El mejor lugar para vivir?
Irlanda lidera los índices de desarrollo humano al crecer un 4,8%
Irlanda es el mejor lugar para vivir. Así al menos lo piensa The Economist que le ha puesto a la cabeza de su último ranking mundial sobre calidad de vida. Mientras, el Tigre Celta mantiene su buena marcha económica, creciendo al 4,8%, pero con algunas incertidumbres derivadas de su gran dependencia del mercado inmobiliario. Un sector que muestra síntomas de agotamiento.
El FMI señala los riesgos actuales de una excesiva dependencia del mercado inmobiliario, que está mostrando síntomas de agotamiento
Irlanda ha crecido a tasas del 5% durante los últimos diez años y cuenta con el segundo PIB de la eurozona, sólo por detrás de Luxemburgo
Los últimos datos de la oficina de estadísticas irlandesa reflejan que, en términos anualizados, el PIB del país creció un 5,4% durante el segundo trimestre del año. Estas cifras confirman que el Tigre Celta continúa fuerte y que su economía crece por encima de la media de sus socios de la eurozona. El FMI acaba de publicar un informe sobre Irlanda en que se pronostica un crecimiento del 4,8% para este año y de un 3,5% para 2008. Mientras, la OCDE apuesta por un 5,5% de alza en el PIB irlandés, que ronda los 180.000 millones de euros.
Irlanda ha crecido a tasas del 5% de media durante los últimos diez años y se ha situado como el país con el segundo mayor PIB per cápita de Europa después de Luxemburgo. Gran parte de la bonanza se debe a la consolidación de la inversión extranjera que vio en Irlanda una plaza con atractivos fiscales y flexibilidad en el mercado laboral. Durante los últimos diez años esta inversión se ha cimentado en el fuerte despegue del consumo interno y en el boom de la construcción.
Dependencia inmobiliaria
En su último informe, el FMI advierte precisamente de los riesgos de la excesiva dependencia que la actual economía irlandesa tiene del mercado inmobiliario. Un mercado que ya está mostrando sus primeros síntomas de agotamiento. En julio, el precio medio de venta de las viviendas se situó en 301.267 euros, lo que en términos interanuales implica una caída del 0,5% en el precio.
El mismo FMI continúa señalando que una caída del mercado inmobiliario podría ralentizar el consumo local y hacer más vulnerable a Irlanda frente a los movimientos internacionales. No obstante, el organismo se apresura en señalar que el sistema bancario irlandés es sólido y que los préstamos impagados son bajos, lo que significa que la crisis hipotecaria mundial no debería golpear la economía del país, aunque se debería controlar el crecimiento del crédito. Los préstamos de la banca a las empresas constructoras y de bienes inmuebles representan el 47% del PIB irlandés.
Respecto del consumo privado, durante el segundo trimestre creció un 6,1% comparado con igual periodo del año pasado. Para el total del año, la OCDE espera que este indicador crezca un 6,9% después de elevarse un 6,2% en 2006. En cualquier caso, los datos de tercer trimestre revelarán hasta qué punto la crisis inmobiliaria mundial y la ralentización de la venta de inmuebles ha repercutido en la confianza y en el gasto de los hogares irlandeses.
Peligro inflacionista
Con todo, los analistas creen que esta ralentización inmobiliaria podría ayudar a la economía irlandesa a controlar la inflación, uno de sus grandes problemas de la última década. El último dato señala que los precios interanuales crecieron hasta el 4,8% en agosto, dos décimas menos respecto de julio, pero que sin embargo le mantiene creciendo el doble que la media de la eurozona. Esta cifra cae hasta el 2,4% si se consideran el índice de precios armonizado de la UE.
En cualquier caso, casi la mitad de este crecimiento se debe a la vivienda. Los datos oficiales indican que excluyendo el costo de la vivienda (hipotecas y alquiler, seguros de hogar, mantenimiento) la inflación irlandesa sólo hubiese llegado hasta el 2%, en la línea de la eurozona. El costo de las hipotecas creció un 43,2% en este mismo periodo, impulsado por el crecimiento de los tipos del BCE.
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