Carril bici multiusos
En una hora, en un tramo del carril bici del Eixample más de 30 coches pararon o estacionaron .- En ocho meses, la Guardia Urbana ha puesto casi las mismas multas a automóviles por circular por el carril
Para moto, para coche, para aparcar, para adelantar, para descargar, para caminar... De todo se puede encontrar en el carril bici de Consell de Cent entre Pau Claris y Roger de Llúria. El pasado martes, entre las 11.30 horas y las 12.30, registró la actividad frenética de un día laborable de todo tipo de vehículos, incluidas las bicicletas -las únicas que, en teoría, pueden circular por él-, que en muchas ocasiones se vieron obligadas salir del carril para sortear obstáculos en forma de vehículos aparcados. En la hora analizada, no sólo fueron los vehículos de motor los que vulneraron el código de la circulación, sino también los ciclistas se caracterizaron por no respetan la ordenanza y se saltaron semáforos o circularon por la acera, de menos de cinco metros y, por tanto, vetada.
La infracción más frecuente de los ciclistas es saltarse los semáforos
En una hora de reloj, el balance de las infracciones en el carril bici fue el siguiente: 14 vehículos estacionados, 3 taxis recogieron y dejaron pasaje en la zona reservada a las bicis, un número alto y difícil de precisar de motos lo utilizaron para circular -sobre todo para adelantar- y 12 motos se pararon en el semáforo dentro del carril bici. Las infracciones realizadas por las bicicletas fueron las siguientes: cuatro bicicletas se saltaron el semáforo, una lo sobrepasó y paró unos metros más adelantete, cuatro más circulaban por la acera y. como novedad, un peatón también decidió caminar por el espacio reservado a las dos ruedas sin motor.
Por tipo de vehículo, el resultado de las infracciones es el siguiente: 29 de vehículos de motor invadieron el carril bici, 9 bicicletas incumplieron la ordenanza o las normas de tráfico y un peatón caminó por el carril bici. Por si todo ello fuera poco, uno de los autocares de la compañía Teisa, que tienen la parada en la esquina de Consell de Cent con Pau Claris, lado mar, aparcó de forma que la parte trasera tapaba parcialmente el carril bici.
En los 60 minutos, sólo pasó una patrulla de la Guardia Urbana -precisamente una de las que va en bici-, que conminó a una ciclista que circulaba por la acera a bajar a la calzada y multó a un coche estacionado en el carril bici entre Pau Claris y Roger de Llúria. Lo curioso de este caso es que el dueño del vehículo ya había sido multado 15 minutos antes por estacionamiento incorrecto y cuando el agente le daba el boletín de la segunda denuncia, le dijo: "Ya tengo una".
La mayor parte de los vehículos que estacionaron en el carril bici eran furgonetas de reparto y muchas de esas paradas no superaron los cinco minutos. El problema mayor era cuando coincidía más de una furgoneta o coche, lo que obligaba a los ciclistas a realizar continuos y peligrosos zigzags.
Un total de 33 bicicletas hicieron la maniobra de salir de su carril para esquivar los vehículos estacionados, con todo el peligro que ello supone para el ciclista. De hecho, más de uno y de dos optaron por parar y esperar a que no vinieran coches o motos para salir de su carril.
El total de infracciones contabilizadas en una hora por este diario en un espacio reservado a las bicicletas muy acotado -sólo una manzana- demuestra que los vehículos no respetan la línea del carril bici y que lo invaden constantemente, poniendo en situación de riesgo al ciclista.
Y también pone en evidencia que la realidad supera con creces las cifras oficiales. Según datos facilitados por la Guardia Urbana, entre enero y septiembre de este año -antes de la entrada en vigor de la ordenanza que restringe la circulación de bicicletas- se presentaron las siguientes denuncias: 1.295 por estacionar en carril bici, 1.674 por circular por carril bici con moto, 493 por circular con ciclomotor, 15 por parar en el carril bici y 34 por circular con vehículos de cuatro ruedas.
Este diario ha solicitado al Ayuntamiento de Barcelona el número de sanciones impuestas por esos mismos conceptos desde la aplicación de la ordenanza de la bici y el consistorio ha dado la callada por respuesta.
A falta de datos ciertos, el Bicicleta Club de Cataluña (BACC) considera que la ordenanza se está aplicando sobre todo respecto a los ciclistas. "La infracción más frecuentes de las bicis es saltarse los semáforos. Pero no se ve el mismo celo en sancionar a los vehículos que invaden los carriles bici de la calzada", apunta Diana González. Y esto preocupa a las entidades de ciclistas ante el incremento de usuarios de ese medio de transporte que ha supuesto la incorporación del bicing. Antes de la implantación del bicing, en Barcelona se realizaban unos 40.000 trayectos en bici en un día laborable y ahora son más de 70.000, con la problemática añadida de que muchos usuarios no bajan de las aceras por falta de seguridad en las calzadas.
El carril bici que tiene más usuarios es el de la Diagonal -y el más conflictivo por lo que respecta a la convivencia entre ciclistas y peatones en un espacio público saturado- , seguido de los de las calles del Consell de Cent y la Diputació. Ninguno de los dos últimos está segregado más allá de la línea de pintura. Y lleva camino de seguir así, puesto que los responsables de Movilidad del consistorio tienen previsto completarlos en el caso de Consell de Cent desde Vilamarí a Urgell, y en el de Diputació, desde Marina a Diagonal, pero sin modificar el tipo de segregación en la calzada introduciendo algún sistema que evite la invasión de otros vehículos.
Un tipo de carriles segregados, bidireccionales y con una pieza separadora sí están previstos, en cambio, en otros puntos de la ciudad. Por ejemplo, los planificados para este mandato en la calle Urgell entre el Paral·lel y la plaza de Francesc Macià; en Provença, entre paseo de Gràcia y Josep Tarradellas; en Vilamarí, entre Consell de Cent y Paral·lel, y en la propia calle de Consell de Cent pero en el tramo nuevo, entre Diagonal y la avenida de la Meridiana.
También hay intervenciones de ese tipo en tramos de calles pequeños, como la calle de Muntaner entre Gran Via y Sant Antoni, y Bruc entre Gran Via y Trafalgar.
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