Matilde Salvador, compositora
Fue la primera mujer que estrenó una ópera en el Liceo de Barcelona
La compositora castellonense Matilde Salvador falleció ayer en Valencia, a los 89 años, a causa de un fallo cardiaco. Aunque el de compositora es, probablemente, el calificativo que más concreta su trabajo, Salvador destacó por su labor a favor de la cultura valenciana en todos sus aspectos, y por su comprometida actitud cívica. Pese a su edad, permaneció activa hasta hace prácticamente una semana, cuando tuvo que ser ingresada por dificultades respiratorias. Tras superarlas, fue dada de alta y ayer, en su propio domicilio, su corazón dejó de latir. Con la desaparición de Matilde Salvador, que no de su obra, la sociedad valenciana se queda huérfana de uno de sus principales referentes en el campo de la música durante el siglo XX.
Salvador no fue indiferente a las aspiraciones y reivindicaciones de las mujeres y como tal trabajó hasta convertirse en la primera que consiguió estrenar una ópera en el Liceo de Barcelona. Se trataba de Vinatea, con libreto de Xavier Casp, que se presentó en 1974 con la asistencia de las primeras autoridades valencianas de la época. Más de tres décadas antes, en 1943, había estrenado en Castellón La filla del rei Barbut, que fue su primera gran composición escénica. Matilde Salvador fue la primera mujer nombrada hija predilecta de Castellón, ciudad en la que nació en 1918.
La capilla ardiente de la compositora se instaló ayer en él edifico La Nau de la Universitat de València y hoy se trasladará al salón de plenos del Ayuntamiento de Castellón, donde, a partir de las 10.30, el Orfeón Universitario de la Universidad Jaume I interpretará varias de sus piezas como homenaje póstumo y tributo de reconocimiento.
Hija y hermana de violinistas, guardó un espacio para la pintura aunque sus dos grandes pasiones fueron la música y la poesía. Así, destacó por su obra coral tras musicar poemas de autores como Bernat Artola, Xavier Casp, Salvador Espriu o Miquel Costa i Llovera. Muestra de su vitalidad y de su trabajo incesante son las casi 300 piezas que la Sociedad General de Autores tiene registradas a su nombre.
Estudió piano con su tía, Joaquina Segarra, y composición con Vicent Asencio, quien, posteriormente, se convirtió en su esposo. En 1933 estrenó su primera obra, Com és la lluna, y en 1937 recibió el Premi Musical del País Valencià por Tres cançons valencianes.
La filla del rei Barbut fue su primera ópera, sobre un texto de Manuel Segarra Ribés inspirado en la leyenda Tombatossala, de Pasqual Tirado. Fue estrenada en 1943 en el teatro Principal de Castellón y se convirtió en uno de los acontecimientos musicales más trascendentes de aquellos años en tierras valencianas. Precisamente el próximo mes de diciembre se repondrá la ópera en el marco de la celebración del 75º aniversario de las Normes de Castelló, que consolidaron en 1932 la unidad ortográfica del valenciano como variante de la lengua catalana. Ella, tan comprometida con la lengua y la cultura propias, ya no podrá presenciarlo.
Su actividad cruzó fronteras y ya en 1950 actuó en la radio francesa interpretando composiciones propias. Además, por encargo del bailarín Antonio, llevó el ballet El segoviano esquivo a los principales teatros de Europa, América y norte de África.
Sus obras, entre las que también existen varias piezas religiosas, han sido interpretadas en todo el mundo por artistas como Victoria de los Ángeles, José Iturbi, Montserrat Caballé y la Orquesta de Valencia.
Entre sus reconocimientos oficiales figuran la Distinción al Mérito Cultural de la Generalitat Valenciana y la Medalla de Oro de la Universidad Jaume I de Castellón, así como los premios de composición Joaquín Rodrigo, que obtuvo en dos ocasiones, y Joan Senent, por su colección de canciones para voz y piano Planys, can-çons i una nadala. Además, el coro de la ciudad de L'Alguer (Cerdeña) lleva su nombre.
Las muestras de condolencia se sucedieron nada más conocer el fallecimiento. Entre otras, la Generalitat valenciana a través de su consejera de Cultura, Trinidad Miró; el Ayuntamiento de Castellón; la Acadèmia Valenciana de la Llengua, la Sociedad General de Autores, el Palau de la Música de Valencia y la Universidad Jaume I fueron algunas de las entidades que expresaron la gran pérdida que para la cultura valenciana supone la muerte de Matilde Salvador.
Su faceta cívica y comprometida también fue resaltada por el PSPV-PSOE, Esquerra Unidad y el Bloc, mientras que el cronista oficial de Castellón Antoni Gascó; el vicepresidente del Consejo de Administración RTVV, José Ignacio Pastor; la ex ministra de Cultura Carmen Alborch; la compañía Xarxa Teatre, o el artista Juan Ripollés resaltaron la permanencia de su creación.
Con Matilde Salvador ha fallecido una mujer líder, valiente, prestigiosa, querida y respetada. Uno de los personajes "capitales de la cultura valenciana y, en especial, de la cultura musical valenciana", tal como destacó ayer su amigo y miembro de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, Jesús Huguet.
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