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La estabilidad de los tipos de interés en la eurozona, aunque esperada, se ha interpretado en los mercados de valores como una muestra de la gran incertidumbre que existe sobre la evolución de la economía a corto plazo. El BCE se limitó a advertir sobre una actuación inmediata en el supuesto de desviación de la inflación, pero no dijo nada sobre su tradicional postura acomodaticia respecto de los tipos de interés.

Los mercados de valores europeos sufrieron, o disfrutaron, según las fuentes, una sesión plana en la que, no obstante, hubo lugar para multitud de anécdotas.

El Ibex 35 terminó con un recorte del 0,45% que, sin embargo, todavía le mantiene por encima de los 14.700 puntos, es decir, dentro de lo que los analistas consideran el nuevo pasillo por el que discurre su actual movimiento lateral, entre los 14.700 y los 14.800 puntos, zonas poco alejadas de los niveles de resistencia y soporte, estimados en 14.850 y 14.600 puntos. Los índices que representan a los valores medianos y pequeños terminaron la sesión con discretos avances.

La suspensión de la cotización de ABN Amro hasta conocer los resultados de las ofertas de compra coincidió con posturas encontradas en cuanto a los posibles compradores, pues mientras que Royal Bank of Scotland subía el 3,05% y Fortis el 5,50%, Santander perdía el 0,07%.

En otro sector, el de las compañías aéreas, se producían algunos movimientos que caldeaban el ambiente, al ponerse en marcha la posible compra de Spanair y decidir el consejo de Alitalia estudiar las ofertas recibidas. Todo ello favoreció ligeramente la cotización de Iberia, siempre pendiente de la llegada de otra oferta.

En el mercado secundario de deuda, la rentabilidad de los bonos a 10 años registró un brusco descenso ante la evidencia de estabilidad en los tipos de interés.