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La policía francesa arresta a un dirigente de la ilegal Segi que no se presentó a juicio en 2005

Tenía que haber sido juzgado en febrero de 2005 por su pertenencia en calidad de dirigente a Jarrai-Haika-Segi, las organizaciones declaradas ilegales por el Tribunal Supremo, pero no se presentó al juicio. Desde entonces permanecía huido de la justicia. Ayer, el dirigente de Segi Asier Tapia Zulaika fue arrestado por la policía francesa cuando circulaba en un automóvil entre las localidades vascofrancesas de Biriatou y Hendaya.

En el momento del arresto, el dirigente de la organización juvenil abertzale no llevaba armas, ni documentación alguna, según precisó la policía francesa. La euroorden de detención contra Tapia fue cursada el mismo 7 de febrero de 2005, fecha en la que dio comienzo en la Audiencia Nacional el proceso contra los 42 dirigentes e integrantes de las tres organizaciones juveniles. La Fiscalía pedía para él 111 años y diez meses de prisión por los delitos de integración en banda armada, daños e incendios terroristas. Aunque la Audiencia excluyó en su sentencia de junio de 2005 el delito de terrorismo al condenar a 24 miembros de Jarrai-Haika-Segi -las declaró asociaciones ilícitas-, el Tribunal Supremo revocó en enero de este año dicha resolución, declarando "organización terrorista" los tres grupos juveniles y elevando a seis años (el doble de las penas impuestas por la Audiencia) las penas a 23 de los condenados. El fallo, que se adoptó por tres votos a dos, consideró que estos grupos tenían sintonía operativa con la organización terrorista

En principio, la Fiscalía del Tribunal de Apelación de Pau es la encargada de notificar la euroorden cursada por España, iniciando así el procedimiento para su entrega. Fuentes del Ministerio del Interior evitaron ayer fijar el papel que en estos momentos pudiera desempeñar Tapia en Francia, ni siquiera si estaba encuadrado en la organización terrorista tras fugarse de España.

Tapia fue detenido en marzo de 2001 tras participar en una conferencia de prensa incendiaria, en la que estuvo presente, aunque no habló, el líder de Batasuna Arnaldo Otegi. En aquella convocatoria, Tapia, menor de edad, denunció la detención de 15 dirigentes de Haika y anunció que los arrestos "no saldrían gratis". Los incidentes y sabotajes que siguieron a estas palabras fueron valorados en 443.445 euros. El juez Baltasar Garzón le envió a prisión por apología del terrorismo donde estuvo siete meses. Y en 2002 le imputó por esos hechos 22 delitos de inducción de incendios y daños terroristas.

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