Proveedores de Llanera temen no poder hacer frente a sus propios acreedores

La falta de liquidez es contagiosa: yo no pago, tú no pagas, él no cobra. Las seis empresas del grupo inmobiliario Llanera, entre ellas la matriz, que han solicitado el concurso voluntario de acreedores, dejan tras de sí una estela de agravios. Cuatro proveedores de Llanera que temen ser devorados por sus propios acreedores sopesan solicitar el concurso. Clientes de la inmobiliaria que han depositado dinero o pagan una vivienda se agrupan para analizar la situación. Y Llanera aplaza una reunión con los sindicatos para abordar el futuro de sus trabajadores.

El juez de lo mercantil de Valencia aceptó ayer el concurso de acreedores solicitado por Llanera. El auto revela que el pasado 19 de septiembre, ante el impago de una cuota de 3,6 millones de euros a Lehman Brothers correspondiente a un crédito suscrito en diciembre de 2006 por 154,3 millones de euros, el banco estadounidense declaró vencido anticipadamente el préstamo y reclamó el pago del total del capital. Llanera también admite, según el auto, que sufre "un agotamiento del crédito comercial con muchos proveedores".

Llanera adeuda en torno a 92 millones de euros a Bancaja. Caja Mediterráneo habría prestado a Llanera unos treinta millones de euros en préstamos a promotor que se subrogarán en hipotecas individuales cuando se hayan construido las viviendas financiadas. Banco de Valencia dijo haber prestado a Llanera 28 millones de euros, de los cuales 24 millones tendrían la forma de crédito promotor y se subrogarán en hipotecas.

Pero más allá de los grandes acreedores, obligados a provisionar los posibles fallidos, la suspensión de pagos de Llanera afecta a toda una pléyade de proveedores. El bufete de Iure Abogados acumula las demandas de una treintena de acreedores que reclaman a Llanera algo más de diez millones de euros.

Dos años de proceso

Cuatro de ellos han solicitado a los abogados que analicen la conveniencia de pedir el concurso de acreedores porque prevén que no podrán pagar a sus proveedores en plazo. El proceso concursal puede dilatarse durante dos años.

Un segundo grupo de acreedores acudió el lunes al juzgado de lo mercantil de Valencia a reclamar un "concurso necesario" para los proveedores de Llanera. La inmobiliaria se anticipó al plantear el concurso voluntario y sus gestores mantendrán el control de la gestión bajo la supervisión de administradores designados por el juez.

Asociaciones de consumidores invitan a los clientes de la inmobiliaria a organizarse para hacer frente a la nueva situación, y recuerdan que el proceso concursal no implica un cese en la actividad. Todo lo contrario: persigue una reorganización tutelada de la empresa para obtener liquidez y pagar.

Clientes de Llanera en Alfara (Valencia) celebraron anoche una asamblea para hacer frente a la inmobiliaria. María Roca, una de las asistentes, relató: "Las obras iban rapidísimas, y para todos los vecinos Llanera era la bomba. Pero nosotros teníamos la mosca detrás de la oreja y nos acercábamos a verla todas las tardes. Hace dos semanas vino la contrata de andamios y se los llevó. Vinieron los de las grúas y se las llevaron. Luego vino Porcelanosa y se llevó los azulejos... En un día desvalijaron la obra", informa Ignacio Zafra.

La dirección de la empresa tenía prevista ayer una reunión con representantes de CC OO para avanzar sus planes de reestructuración, pero la reunión se aplazó hasta final de semana.

En medio del marasmo, un portavoz de la Consejería de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat afirmó que el Plan de Actuación Integrada de Nou Mil.leni, en Riba-roja (Valencia), donde Llanera tenía previsto construir 12.000 viviendas, la mitad de protección oficial, "está garantizado" administrativamente. Otra cosa es que alguien financie ese volumen de obra en este momento.