_
_
_
_
_
Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Muy perdidos

Este jueves, La 2 emitía el penúltimo capítulo de la segunda temporada de Perdidos luego de su muy errático coito interruptus por las parrillas del ex Ente, pero ayer la cadena Fox dedicaba toda su tarde-noche a emitir seguidos los tres primeros capítulos de esa tercera temporada que ya acaba de finalizar en Estados Unidos (cuando los guiones de la cuarta ya están listos para su rodaje en Hawai), y que en próximas semanas La 2 empezará a emitir aquí en superdiferido pero con rango de estreno.

No es un galimatías. Es que vista desde España, la serie Perdidos gana mucho en incomprensión y desconcierto respecto al original. Y si de lo que se trataba, como parece, era de cabrear a los teléfilos, como yo, que se engancharon desde el estreno con la promesa de que al final todo tendría explicación racional estilo Locke, pues admito que la manera española de ver Lost es muy superior a la versión norteamericana. Por ejemplo, hace más de tres años que sigo la serie y ayer me entero que sólo han pasado 66 días desde que los náufragos llegaron a la isla inexplicable. Si a esto añadimos que a cada capítulo de una hora hay que restarle media de flash-back, nos quedan un total de 33 días hábiles en la isla, incluyendo domingos y festivos.

La serie 24, que cada vez aprecio más, promete y cumple que cada capítulo ocurre, cronómetro en mano, en 24 horas, pero desde el punto de vista racional, que es lo que vende Lost, se necesitaría no ya una temporada más, la cuarta, para explicar los misterios sobrenaturales acumulados en 33 días, sino todo un siglo y pico, el de la Ilustración, para aclarar esos enigmas movedizos en los que nos han enfangado los guionistas.

¿No sería mejor que nos ahorraran la cuarta admitiendo que sólo se trataba de una serie fantástica, sobrenatural o de ciencia-ficción? Es que otra vez acabo de ver en Fox el humo negro, los osos polares, la resurrección de los muertos y yo me bajo en esta parada.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_