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Reportaje:Emprendedores

De profesión, inventor

Sator & Fata comercializa las ideas de Juan José Suárez

Juan José Suárez, desde la pequeña población de Salt (Girona), dirige Sator & Fata, una firma que crea, desarrolla, busca financiación y comercializa los inventos que el propio creador y gerente idea.

Otherways Management and Consulting (OMAC) es una fundación que trata de incentivar el desarrollo de ideas innovadoras. De carácter internacional, sin ánimo de lucro y promovida por el rey de Arabia Saudí, este año ha premiado a Suárez por su proceder empresarial... y no es ésta una distinción cualquiera. Cada año, la OMAC premia un proyecto seleccionado entre diversas propuestas internacionales con el Diamond Eye Award for Quality Commitment & Excellence...

El investigador recibirá el premio por su proyecto OneGram, un programa de investigación patrocinado por la UE y que pretende disminuir las muertes por infarto -"he desarrollado un sistema de dosis de sal que permite, cada día, consumir tan sólo los seis gramos de sal recomendados por la Organización Mundial de la Salud"-. Sólo en 2007, Suárez ha recibido, desde diversos organismos nacionales e internacionales, ocho premios.

Investigar ha ganado este año el premio de la fundación OMAC por su proyecto One-Gram que disminuye las muertes por infarto
Estudioso de la medicina natural y amigo de la naturaleza, Suárez orienta buena parte de su inventiva a preservar el medioambiente

Un tipo peculiar

Juan José Suárez es un tipo peculiar... y no sólo por ser un madrileño que ha acabado instalado en un pueblecito de la Cataluña más profunda, ni siquiera por la profesión que eligió para ganarse la vida -"en principio estudié medicina natural, soy profesor de medicina china...-, pero mi verdadera vocación era la inventiva y en el año 1997 hago mi primera patente: imaginé que no debía ser cómodo ir a la playa con un bañador negro y, sin ninguna posibilidad de evitarlo, mostrar el perfil blanco de un salvaslips".

Lo primero que se le pasó por la cabeza al inventor fue teñir de negro el salvaslips..., pero entonces su médico le lanzó una advertencia -"en caso de de aborto espontáneo e, incluso, cáncer de útero, la primera señal es una pérdida de líquido. El color negro podía enmascarar el síntoma... y agravar el problema"-. Y así comenzó un carrusel de hipótesis que llevó a Suárez hasta una solución que consideró ideal -"patenté un salvaslips que era negro por fuera y blanco por dentro. Así, en caso de cualquier anomalía, sería detectada de inmediato"-.

La solución parecía buena..., pero no encontró el dinero necesario para poner en marcha el invento -"acudí a multinacionales del sector y no sólo no me apoyaron, financieramente hablando, sino que, después de sacarme toda la información que pudieron, cancelaron las conversaciones... y al tiempo acabaron copiándome mi idea". Se limitaron a teñir el salvaslips de negro -"les importó un comino el tema médico. Puse una denuncia ante el Ministerio de Sanidad... pero me respondieron que el número de mujeres que, en España, morían de cáncer de útero era tan bajo que no merecía la pena prohibirlo"-.

Amigo de la naturaleza, Juan José Suárez orienta parte esencial de su inventiva a preservar el medioambiente. Varias han sido las veces que, detectando un problema que estuviera afectando al hábitat, ha ideado un dispositivo para resolverlo. Por ejemplo, la abundancia de residuos plásticos en la naturaleza -"cuando me acerco a cualquier playa, o paseo por un río, veo por todas partes botellas y bolsas. Aunque hoy existen plásticos biodegradables, son tan caros que apenas se utilizan"-.

Muñecas con regla

Rápidamente, la inventiva de Suárez se puso en funcionamiento e ideó una botella de medio litro que podía convertirse en dos recipientes para beber -"en un solo artículo se tendrían dos vasos y una botella. Los dos envases irían termosellados y eso supondría un enorme ahorro en recursos energéticos, financieros, de medioambiente..."-.

La imaginación de Suárez no se detiene. De su cabeza siguen saliendo objetos como la muñeca didáctica, un juguete para niñas que simula tener la regla -"su ropa interior va teñida con este pigmento, por lo que, a voluntad, y con sólo aplicar algo de calor, puede simularse una regla. Es ideal para que las niñas se habitúen a la sangre de la menstruación. Así, cuando tienen la primera regla, la aceptan de un modo natural"-.

Creativo, solidario y heterodoxo, la mente de Suárez sigue soñando, creando, haciendo bocetos y diseñando sus ideas en un pequeño y tranquilo pueblo de la provincia de Girona... Genio y figura.

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