Requerimientos europeos

La economía checa se mantiene como uno de los centros más dinámicos de la Unión Europea al mantener un crecimiento medio del 6%. No obstante, el propio Ejecutivo reconoce que el país está llegando al límite de sus capacidades económicas. Mientras, la UE ha pedido al Gobierno que ajuste el gasto para lograr reducir el déficit fiscal por debajo del 3%.

El gasto de los hogares creció un 6,5% durante el último trimestre pero la formación fija de capital sólo aumentó un 4,2% en términos reales

República Checa crece más del doble que la UE, con lo que podría alcanzar este año el 80% del PIB per cápita de sus socios comunitarios

El PIB checo creció un 6% en términos interanuales durante el segundo trimestre de este año, frente al 6,4% del periodo enero y marzo de este año y con el 6,1% registrado durante los dos últimos cursos. Esto significa que República Checa crece más del doble que la media de la Unión Europea, lo que podría permitirles alcanzar este año el 80% del PIB per cápita de sus socios comunitarios.

Según reconoce el propio primer ministro checo, Mirek Topolanek, el problema es que el crecimiento del país parece haber tocado techo en los actuales niveles del 6%. Un PIB cuyo crecimiento podría repetirse por tercer año consecutivo, pero que comenzaría a decaer inevitablemente a partir del 2008. Las proyecciones de la OCDE indican que el próximo curso el país crecerá un punto menos, hasta el 5%, mientras que el FMI reduce estos pronósticos al 4,3%.

Cambios estructurales

El principal problema es que el país no termina de adaptarse a su nueva estructura económica. Después de su ingreso en la UE, hace tres años, la República Checa no logra dinamizar el sector exterior y las inversiones. De esta manera, mientras el gasto de los hogares ha crecido un 6,5% durante el último trimestre, la formación fija de capital -indicador la inversión- ha crecido sólo un 4,2% en términos reales, comparado con el 7,3% registrado para todo 2006.

La propia OCDE reconoce que parte de estos problemas podrían resolverse si se abordaran cambios estructurales. Como en la mayoría de los países de la Adhesión de 2004, las necesidades apuntan a reformas en temas tan importantes como el tributario, laboral y del sistema de pensiones. Todo esto acompañado de necesarios esfuerzos para intentar reducir el peso del Estado y racionalizar el gasto público del gobierno central y las administraciones locales.

La Comisión Europea ya ha advertido a la administración checa que es necesario mantener a raya el gasto y que se debe reducir cuanto antes el déficit público. El plazo de la UE apunta a que en 2008 el desequilibrio en las cuentas debería estar bajo el límite del 3% del PIB impuesto por el pacto de Estabilidad de la Unión. Durante 2005, el déficit se mantuvo en el 3,5%, pasando al 2,9% al año siguiente. Las previsiones hablan de un 4% para este año y de un 2,9% para 2008, según el plan del Ejecutivo checo presentado ante las autoridades europeas.

Déficit corriente

Este panorama se sitúa en el marco de un creciente déficit de la cuenta corriente, uno de los indicadores que reflejan la diferencia entre los ingresos y las salidas de bienes y servicios al país. Según las estimaciones del Banco Central checo, durante este último trimestre el déficit fue de 3,4% del PIB, superior al 3,1% registrado durante el periodo enero-marzo. El desequilibrio por cuenta corriente del año pasado fue del 4,2% y para este año se espera un 2,9%, para cerrar 2008 con un 2,5%.

Mientras, el resto de los indicadores como el empleo o la inflación mantienen el tipo. El curso pasado la tasa de desempleo fue del 7,2%, casi un punto menos que en 2004, el año del ingreso a la UE. El Ejecutivo espera que antes de que finalice 2007 se pueda lograr una tasa de paro cercana al 2,5%. En cuanto a los precios, éstos se han mantenido con leves crecimientos. Los últimos tres años han aumentado en una media del 2,4%, mientras que para este curso se espera que el alza se mantenga en ese porcentaje.