"Me he desahogado"

Hacía años que Raúl no tiraba un penalti. Lo hizo ayer para abrir el marcador. Fue decisión suya. El entrenador del Madrid, Schuster, da libertad de acción. "Me parece muy bien que Raúl haya tomado la decisión de tirar el penalti", dijo. "Yo no entro en eso, no me gusta tomar ese tipo de decisiones porque no estoy en el campo con mis jugadores y no sé si se encuentran bien o mal".

Raúl tiró siete de los trece disparos que hizo el Madrid en el partido. El capitán fue la figura de su equipo en una noche que comenzó muy mal para el Madrid. "Si no hubiera sido por los palos", ponderó Somoza, en relación a los tres tiros a los postes del Betis, "hoy habríamos sacado algún punto del Bernabéu".

El árbitro pitó el descanso y el primer aspersor asomó lanzando un chorro blanco. Schuster mandó regar y, uno a uno los 24 aspersores del Bernabéu comenzaron a mojar la cancha. El Betis estaba cerrado en su campo y al técnico del Madrid no se le ocurrió mejor idea que humedecer el manto de hierba para dar velocidad a la pelota. Ayer el césped del Bernabéu estaba bien corto, pero seco. Seco como la imaginación de los jugadores del Madrid, que no estuvieron inspirados cada vez que encararon el área rival. Schuster debió estar tan desesperado que se olvidó de sus recursos humanos y optó por los hídricos.

"Quizás haya habido mucha lentitud en nuestro juego al principio", lamentó Schuster. "Eso le dio la posibilidad al Betis de replegarse muy bien en dos líneas y llegar a nuestra área. Nos han faltado los espacios. Cuando hay tanta lentitud en el juego todos se vuelven impacientes y se ha visto en el descontrol defensivo. Eso ha animado mucho al rival".

"Con Robben y Robinho hemos tenido más velocidad", apuntó Schuster. "Nos han dado más vida. Desde fuera hacia dentro, sus movimientos han cambiado el partido. Robben va de menos a más, pero es pronto todavía para que juegue un partido entero". Robben no pensó lo mismo. "Hoy me he sentido muy bien", opinó el holandés; "ya estoy en condiciones de jugar noventa minutos". Desde que llegó al Madrid, el extremo se ha sentido mejor físicamente de lo que le decían los médicos del club. El que va sobrado de fondo y de fuerza es Baptista. El brasileño confesó que su gol le liberó de una situación muy desagradable. "Me he desahogado", dijo; "para mí, ir a la grada fue difícil. Humillante. Nunca en mi carrera me había quedado fuera de una convocatoria el día del partido, como me pasó en Valladolid. Son decisiones a las que tendremos que habituarnos esta temporada porque somos muchos jugadores y hay muchos partidos. Yo al entrenador nunca le pediré explicaciones por no contar conmigo".

El gol de Baptista cerró el partido con un detalle espectacular. "He visto que el balón iba sobre mi cabeza y he reaccionado muy rápido", comentó. "Tirar la chilena fue algo instintivo. Me giré y le pegué". Schuster sonrió: "Me alegro por Baptista. Ha marcado un gol precioso. Va a tener minutos, yo estoy contento con él porque se entrena muy bien".