_
_
_
_
_
Reportaje:

¡Un caimán en el Besòs!

Veterinarios del CRARC capturan un reptil tropical en las aguas del río del Barcelonès

El pasado verano un tiburón de 1,5 metros nadaba desorientado en la playa del Miracle de Tarragona para sorpresa de los bañistas, que fotografiaban una escena nada habitual en nuestras costas. Finalmente, se encontró una explicación al fenómeno: el escualo se había tragado un anzuelo enorme y andaba enfermo en busca de refugio. Ayer a mediodía volvió a saltar la alarma, esta vez el caso era más rocambolesco. Un caimán de 70 centímetros campaba a sus anchas por el Parque Fluvial del Besòs y sus aguas (Barcelonès), un hábitat que le es del todo ajeno, pero al que había conseguido adaptarse. Veterinarios del Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña (CRARC) pudieron capturarlo pasadas las cuatro de la tarde tras una peculiar cacería.

Todo empezó cuando un naturalista que estaba realizando un estudio sobre las aves de la zona avistó la cola de un animal que se revolvía en las aguas del río a su paso por Sant Adrià de Besòs. En un primer momento, no pudo determinar de qué especie se trataba, pero sí estaba convencido de que el animal no podía incluirse en la fauna que frecuenta el Besòs. Inmediatamente llamó a la Policía Local y a los Mossos d'Esquadra, que se aliaron para abordar una situación con la que no están acostumbrados a lidiar. La primera medida que tomaron fue cerrar el parque situado en las márgenes del río, por donde habitualmente circulan ciclistas y paseantes.

Compuertas cerradas

Para facilitar la búsqueda del animal, encabezada por los Agentes Rurales de la Generalitat y los veterinarios del CRARC, los ayuntamientos de Sant Adrià y Santa Coloma cerraron las compuertas que regulan el caudal del río. Entre la vegetación, ajeno al revuelo que había causado, se escondía el reptil, que fue rodeado y apresado sin batallar demasiado.

"Se trata de una hembra de caimán de 70 centímetros y unos dos años de edad", comentaba Albert Martínez, veterinario del CRARC, mientras el reptil aún se revolvía en la caja que habían preparado para transportarlo al centro de Masquefa. "Seguramente alguien con poca conciencia lo ha dejado escapar al ver que estaba creciendo demasiado. No es ilegal tener una mascota de esta especie en casa, pero la gente no debería comprarlos por capricho, con el tiempo descubren que no pueden hacerse cargo de él", explicó Martínez.

Aunque la búsqueda no duró más de dos horas, varios vecinos se asomaron al río para seguir las evoluciones de esta singular captura, más propia de regiones tropicales. "Este tipo de animales no saben hibernar y no son capaces de soportar las bajas temperaturas. Sin embargo, pueden sobrevivir a un invierno suave, y más aquí, donde tenía muchos cangrejos de río que comer", señaló Martínez. Los veterinarios aseguran con rotundidad que el caimán podría haber atacado a algún paseante. De hecho, hace poco más de un año, un ejemplar algo mayor mordió a una persona que intentaba capturarlo en el pantano de Can Borrell (Collserola) en un episodio similar. Afortunadamente, ayer nadie se cruzó con él y a estas horas está en el CRARC, donde será atendido y servirá para educar a los escolares que recibe el centro.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_