13 detenidos en relación con ETA y con atentados en el sur de Francia
Los arrestados son sospechosos de un ataque al cocinero Ducasse
La sospecha de que ETA tenía algo que ver con los ataques con bomba contra intereses empresariales, inmobiliarios y turísticos en el sur de Francia, reivindicados por el grupo Irrintzi (grito en euskera) se convirtió ayer en evidencia. La policía francesa detuvo a 13 jóvenes, seis de ellos españoles, por su presunta relación, al menos, con el ataque al complejo hotelero del afamado cocinero francés Alain Ducasse, en junio de 2006. Dos de los arrestados han estado vinculados a comandos etarras y un tercero es un miembro de Segi huido.
Más de 200 agentes de la Gendarmería, coordinados a pie de operación por las jueces antiterroristas de París Laurence Le Vert y Marie Antoinette Houyvett, se desplegaron por varias localidades del departamento de Pirineos Atlánticos. Las investigaciones comenzaron tras el ataque al complejo perpetrado el 11 de junio de 2006 contra el complejo hotelero Ostape que el cocinero Ducasse tiene en Bidarray (Baja Navarra), pero quiere vender.
El ataque se enmarca en la campaña sostenida desde hace casi dos años de ataques incendiarios y con artefactos contra intereses turísticos, inmobiliarios, entidades financieras e incluso contra la casa que tiene en Ciboure la actual ministra francesa del Interior, Michelle Alliot-Marie, quien ha sido alcaldesa de San Juan de Luz. Algunos de estos ataques han sido reivindicados por el grupo autodenominado Irrintzi. Allí donde no han sido asumidos se han localizado pintadas como "Euskal Herria no está en venta".
La escalada de ataques y el "perfeccionamiento" de los artefactos, según fuentes antiterroristas españolas, llevó a las autoridades francesas a diseñar, el pasado mes de junio, una vasta operación en el sur de Francia, en la que han participado agentes veteranos en operaciones de control en la zona.
Los investigadores sólo buscaban pruebas de lo que para ellos era una evidencia: la relación de ETA con los ataques, como una forma de presionar al Gobierno francés con una especie de kale borroka, pero sin aparecer directamente relacionada. Para los servicios antiterroristas españoles ya no ha duda de que ETA ejerce "el control, o al menos influencia, sobre los participantes en los ataques en Francia".
Huido tras ser condenado
Los resultados comenzaron a verse a las seis de la mañana de ayer. Los agentes entraron en 11 domicilios y locales y detuvieron a 13 personas en distintas localidades. Seis de ellos son españoles: Rosa Goikoetxea Orgoyen, Aitziber Otegi, Gorka Betolaza Villagrasa, Urtzi García Montero, Francisco Javier Pérez Susperregui y Oskar Bizkai Bidakoze. Las dos mujeres podrían quedar en libertad en las próximas horas, según las fuentes consultadas.
Betolaza era el único de los 21 miembros de Segi, las juventudes radicales abertzales, que faltaba por detener tras la condena de dos años que le impuso la Audiencia Nacional por pertenencia a Segi, que el Tribunal Supremo elevó luego a seis años. Se sospechaba que estaba en Francia desde que huyó para no cumplir su pena a primeros de año, pero no se esperaba su detención en este operativo. De más calado es el arresto de Urtzi García Montero, quien está acusado de haber facilitado un escondite a miembros del comando Urederra, en mayo de 2006.
El historial de García Montero, hermano de la etarra presa en Francia Ainhoa García Montero, viene de lejos, ya que en los años 90 participó en numerosos actos en grupo de kale borroka. Sin embargo, pese a haber sido detenido en varias ocasiones, apenas ha pasado unos meses en prisión por decisión de los jueces. También en 2005 alojó en Hernani al etarra José Angel Lerín, quien, al ser detenido confesó que el ahora arrestado le había alojado en su casa en al menos dos ocasiones y en dos comandos. Óskar Bizcay, por su lado, ha sido condenado en varias ocasiones por sus relaciones con ETA, por lo que ha permanecido varios periodos en prisión.
Pérez Susperregui vive en Francia desde 1990, cuando fue señalado por dos etarras como la persona que los cobijó en un piso. La agencia Vasco Press detalla que la policía francesa lo detuvo el 3 de junio de 1991, junto con el dirigente de ETA Domingo Aizpurua, Pitxas, y así fue encarcelado acusado del delito de asociación de malhechores. Sin embargo, el Tribunal Correccional de París dictó una sentencia absolutoria el 3 de diciembre de 1993, por lo que quedó en libertad.
[Por otra parte, esta madrugada se registró una explosión junto a la comisaría de la Ertzaintza en Zarautz (Guipúzcoa). El estallido afectó a un muro del perímetro exterior de la comisaría, dejando un agujero de un metro de diámetro y provocando la rotura de cristales en un edificio cercano, pero sin causar daños personales, según informaron fuentes de la Ertzaintza a Europa Press].
Explosivo militar en la T-4
El juez de la Audiencia Nacional que investiga el atentado perpetrado por ETA en la T-4 de Barajas, Santiago Pedraz, recibió ayer el informe pericial definitivo sobre el explosivo que se empleó en el ataque contra el aparcamiento del aeropuerto, el 30 de diciembre pasado.
Los peritos no precisan ni la cantidad ni el tipo de explosivo exacto (como ya habían advertido los técnicos), pero sí determinan a lo largo de las 42 páginas de su informe que la carga llevaba como componente inorgánico "nitratos", genérico en las dinamitas, y señalan que también han localizado hexógeno, ciclonita o RDX, componente orgánico utilizado ampliamente en aplicaciones militares e industriales.
La bomba de la T-4 es, hasta el momento, la de mayor potencia que ha utilizado ETA en toda su historia, ya que fue capaz de destruir casi en su totalidad el aparcamiento. Fue construida en Cahors por Luis Ignacio Iruretagoyena, el mayor experto en explosivos que tenía ETA hasta su detención este verano en la citada localidad francesa.
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