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Reportaje:

El menú ecológico, censurado para niños

La Junta impide la implantación de un comedor ecológico en un colegio de Gójar pese a que en 2005 acordó incentivarlos

Javier Martín-Arroyo

"Mi conciencia no me lo permite. Es como darle a mi hijo palitos de merluza a diario". Soledad Martínez está indignada. Su hijo, alumno del colegio público Virgen de la Paz de Gójar (Granada) no podrá consumir productos ecológicos en el comedor escolar, pese a sus esfuerzos por incluir estos productos naturales en la dieta del centro. La asociación de padres del colegio solicitó el pasado curso a la Consejería de Educación implantar un comedor ecológico basándose en el exitoso ejemplo del colegio pionero Gómez Moreno del barrio del Albaicín. Pero en un giro inesperado, la Junta rechazó este mes la propuesta y concedió la gestión del comedor a la empresa Ibagar.

Los padres contaban con todos los parabienes: el Ayuntamiento de Gójar avalaba su apuesta, un cocinero de reconocido prestigio aceptó el envite, y tres madres decidieron encabezar la gestión. Por si fuera poco, las Consejerías de Educación, Medio Ambiente y Agricultura y Pesca firmaron un acuerdo en 2005 para incorporar menús ecológicos en los centros escolares públicos y promover la participación de las asociaciones de padres en los proyectos. El programa Ecoalimentación pretendía dar un vuelco al hecho de que el 90% de la producción de la agricultura ecológica andaluza se exportaba fuera de la región.

"A priori no veo contradicción. La línea a seguir por la ISE (empresa pública Infraestructuras y Servicios Educativos) es la del catering, y las excepciones no se han contemplado", afirma el delegado de Educación en Granada, Antonio Lara. "Efectivamente, la petición se trasladó, pero Sevilla no observa excepciones desde hace un par de años porque creemos que es más difícil de asegurar el control higiénico de los alimentos". El delegado admitió que el aval del consistorio "era importante" pero que entraba en contradicción con la política de evitar comedores de gestión directa. La asociación de padres recibió una primera subvención municipal de 11.400 euros para acondicionar la cocina, pero ésta se ha quedado a medio reformar. El AMPA aún no ha recibido una respuesta por escrito de la consejería, pese a que tramitó su solicitud el pasado junio.

Un portavoz del ISE alegó ayer que la empresa se encuentra "terminando una fase y comenzando otra", pero rehusó explicar la negativa para implantar un comedor ecológico en Gójar, así como el desfase para la promoción de comedores ecológicos desde que el convenio fue firmado en 2005.

La ilusión de los padres del colegio Virgen de la Paz era imitar el éxito del colegio Gómez Moreno, que implantó su comedor ecológico en 2000. "La diferencia en el sabor y la textura de los alimentos es asombrosa, y claro, los niños al principio rechazaban las ensaladas pero ahora todo ha cambiado. Tenemos hasta yogur ecológico", relata la cocinera de este colegio pionero, Leo Álvarez. La monitora escolar encargada del comedor, Araceli Martín, abunda en sus bondades: "Siempre estuve en contra de los químicos en los alimentos y ya es casi una filosofía de vida. Tenemos incluso menús especiales para niños vegetarianos, diabéticos, e incluso musulmanes".

María José Sánchez, madre del centro de Gójar que visitó el Gómez Moreno en busca de las pautas claves para implantar el menú ecológico, denuncia incrédula la negativa de la Junta: "Caen en una gravísima contradicción y rechazan un proyecto para promover la salud, el consumo ecológico y la prevención de la obesidad infantil. Me cuesta creerlo", resume.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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