El colegio rebelde de Leganés desmonta su cámping de protesta

Tregua para dialogar. Los miembros de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del colegio Trabenco, situado en Leganés, decidieron ayer desmontar el campamento instalado en el patio del centro desde hace una semana. Aseguran que se ha producido un "acercamiento de posturas" con la Consejería de Educación y están dispuestos a negociar.

El centro educativo inició su protesta a principios de curso contra algunas decisiones de Educación, como eliminar dos profesores en comisión de servicio -maestros que solicitan un destino en un centro concreto-. Consideran que la medida "no respeta" el proyecto educativo de este colegio, según Julia Gutiérrez, madre de un alumno. El modelo que aplican los padres y profesores de Trabenco desde hace 35 años no incluye libros de texto fijos ni exámenes. Los 203 alumnos matriculados, de 3 a 12 años de edad, comienzan la mañana con media hora de lectura.

El pasado viernes, según los padres, un grupo de profesores del centro se reunieron con un portavoz de Educación, que condicionó futuras negociaciones a "que se quiten las tiendas", según Jesús Ramé, otro padre y ex alumno de Trabenco. Ellos han aceptado. En la reunión llegaron también a un principio de acuerdo para readmitir a uno de los dos profesores en comisión de servicio y para abrir una segunda aula para los alumnos de sexto curso. A cambio, tendrán que presentar una memoria de sus actividades.

Los acampados leyeron ayer antes de desmontar el campamento un manifiesto en el que se comprometen a hacer "un seguimiento permanente" del cumplimiento de los puntos comentados en la reunión. Si no, volverán a acampar.

Al principio de las movilizaciones, desde la Comunidad de Madrid insistieron en que los padres "no pueden elegir a dedo a los profesores". En Trabenco aseguran que ellos sólo quieren maestros que "no vengan obligados, sino que entiendan el proyecto". Este periódico intentó ayer sin éxito recabar la versión de la Consejería de Educación.