Una incógnita anda libre
José Rodríguez Salvador, el 'violador del Vall d'Hebrón' vuelve a la calle tras cumplir su condena
José Rodríguez Salvador, el violador del Vall d'Hebron, ya está en libertad. Fue excarcelado ayer, poco después de amanecer, con total discreción desde una cárcel barcelonesa a la que había sido trasladado unas horas antes. El hermetismo sobre su destino es absoluto por parte de la Generalitat de Cataluña, una vez constatado el rechazo a acogerlo de su reducida familia.
La Administración autonómica intenta ahora buscarle un lugar para que pueda rehacer su vida, al tiempo que los Mossos d'Esquadra siguen sus pasos para evitar que se cumpla el pronóstico de los psicólogos de que tiene un alto riesgo de reincidencia. Hasta ahora han fracasado todos los intentos para que se instalase en una comunidad religiosa, en un centro terapéutico u otras alternativas de vida casi ermitaña. La personalidad de Rodríguez Salvador y el revuelo mediático que ha provocado el caso dificultan el intento.
La situación es muy parecida a la vivida el pasado mes de mayo con Alejandro Martínez Singul, el llamado segundo violador del Eixample, que fue excarcelado con un pronóstico de riesgo de reincidencia. Ya nadie se acuerda de él, pero las primeras semanas sufrió un acoso ciudadano que le obligó a abandonar el domicilio familiar y huir a Francia un tiempo.
La excarcelación del violador del Vall d'Hebron ha vuelto a desempolvar el debate sobre qué debe hacer el Estado cuando un delincuente peligroso recupera la libertad sin reinsertarse. Por primera vez en España una comisión de expertos busca alternativas para cuando se evidencia que el sistema penitenciario ha fracasado.
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