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AL VOLANTE | PRUEBA
Columna
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Todocamino deportivo

El Freetrack es un monovolumen deportivo que aplica elementos mecánicos de los todoterrenos ligeros para ofrecer un servicio más completo y versátil como familiar. Mantiene una posición de conducción alta, asientos deportivos muy envolventes (del Altea FR), y un volante de diseño y tacto exquisito que, junto a la suavidad de los mandos, ayuda a ofrecer una calidad de conducción notable. Y aparte de su sentido práctico, la tracción 4×4, combinada con unas suspensiones más altas y reforzadas, permite recorrer pistas de tierra y asegura la movilidad ante nevadas imprevistas...

Un TDi de 170 CV y tracción 4×4

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Las ventajas prácticas del mestizaje

El nuevo Seat monta la versión superior del motor 2.0 TDi de VW (170 CV) con cambio manual de seis marchas y tracción 4×4. Pesa 100 kilos más que un Altea XL con el mismo motor y ofrece unas prestaciones similares y satisfactorias: acelera con el brío de su hermano y mantiene ritmos alegres incluso a plena carga. Una de las claves es el cambio, que lleva las marchas algo más cortas para compensar el mayor peso y rozamientos de la tracción 4×4, y así disimula también la escasa elasticidad de este motor por debajo de 1.500 vueltas, que hace fácil al principio calarlo al arrancar en parado. Al menos ahora, responde mejor a partir de ese régimen, exige reducir menos en ciudad y después sube con alegría hasta 4.500 vueltas, lo que ayuda a enlazar las marchas con nervio, facilita los adelantamientos y permite viajar con soltura a punta de acelerador.

El consumo es ajustado para un todocaminos: puede gastar siete litros en conducción suave y es difícil pasar de diez en ciudad, apurando las marchas y en el campo.

Estable y robusto en todas partes

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El comportamiento dinámico es estable y seguro en cualquier trazado. A pesar de tener unas suspensiones 40 milímetros más altas, las reacciones son ágiles y parecidas a las de un turismo de su tamaño. Acusa algo más las inercias en curvas enlazadas, pero no balancea en exceso y permite conducir a ritmos alegres sin acusar las reacciones pesadas de otros todocaminos. Y sobre todo tiene una dirección muy rápida y precisa que da seguridad: transmite aplomo en trazados rápidos y obedece con exactitud en los más virados. Es un coche rápido, eficaz y con cierto carácter deportivo en carretera que, a pesar de su tamaño, hace disfrutar al conductor y parece más pequeño y manejable. Además de su completo equipo de seguridad, unos frenos reforzados que paran muy bien y la tracción 4×4 tipo Haldex, que funciona en tracción delantera y pasa la potencia atrás al detectar pérdidas de tracción, muestra unas reacciones nobles y seguras que dan confianza.

En el campo también sorprende, y aparte de circular con soltura y robustez en pistas de tierra (incluye unos amortiguadores específicos bien reglados), tracciona bien y ofrece unos recursos fuera del asfalto similares a los de otros 4×4 de imagen más campera.

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