El foro de la crítica literaria gallega se propone "abrir las puertas"

"Si nos esforzamos por dirigirnos a un público cada vez más amplio, que por cierto no lee suplementos literarios, acabaremos escupiendo hacia arriba", indicó ayer Arturo Casas en la puesta de largo, en el Consello da Cultura, de la sección de crítica de la Asociación de Escritores en Lingua Galega (AELG).

El contraste entre el aumento de la edición en gallego y la escasez de publicaciones de crítica literaria -A Trabe de Ouro es una excepción en Galicia- no huelga, según explicó, la necesidad de redimensionar la tradicional "dependencia filológico-historicista nacional", debate necesario para integrar los nuevos paradigmas de los estudios literarios. "La excepción encaja mal con el teleologismo", ironizó el profesor de Teoría Literaria, que recordó que asociar crítica literaria académica y celebraciones -en referencia al Día das Letras- induce a "actitudes rescatistas" que "orillan la erudición".

Antes, Ramón Nicolás lamentó la inexistencia de espacios diarios para la crítica periodística, "en contraste con la música y los toros", y la necesidad de implicar a libreros y editoriales en la difusión de la crítica. "Tenemos que aspirar a abrir las puertas", resumió Olivia Rodríguez, en el consello asesor de la Sección de Crítica de la AELG.