Inmigración asociada a inseguridad

Aunque la sociedad vasca evita pronunciarse en términos negativos sobre los inmigrantes, mantiene sin embargo una actitud de desconfianza ante su presencia. Así lo refrendan los últimos datos del barómetro de Ikuspegi, el Observatorio Vasco de la Imigración. Ese sentimiento lleva a los encuestados a considerarar que el porcentaje de inmigrantes en Euskadi es exageradamente más elevado (el 26,71%) que el real (el 4,6% de la población). Cuando se les facilita esta cifra, una mayoría del 46% sigue considerando que son "bastantes" y otro 13%, que "demasiados".

Vinculada a esta percepción, el barómetro confirma el mantenimiento de "ciertos estereotipos falsos y prejuicio negativos" hacia los inmigrantes, a los que se asocia indirectamente con delincuencia y gasto social. Estos prejuicios afloran cuando se pide a la población que exprese su acuerdo o desacuerdo con una serie de afirmaciones. Un 54% cree que "la llegada de inmigrantes afecta negativamente a la seguridad ciudadana" y el 70% opina que "se benefician excesivamente del sistema de protección social". Un porcentaje similar, el 69%, considera que los inmigrantes reciben de los servicios públicos más que lo que pagan en impuestos.

En general, la sociedad vasca liga el volumen adecuado de inmigrantes a la capacidad del mercado laboral para incorporarlos. Por el contrario, en la medida en que se encuentren en paro o necesiten ayudas sociales su número puede considerarse excesivo. Consecuentemente, la gran mayoría (83%) es partidaria de permitir la entrada de inmigrantes si tienen un contrato de trabajo, mientras que sólo un 9% se inclina por no poner ningún tipo de cortapisa. Por otra parte, la mayoría de los consultados (46%) afirma desconocer el trabajo que hacen las instituciones vascas en materia de inmigración, frente al 19% que dice conocerlo y el 33% que indica que ha "oído algo".