Respaldo judicial a la Unión Europea en el 'caso Microsoft'
El Tribunal de Primera Instancia de Luxemburgo ratifica la multa de 497 millones de euros a la empresa por abuso de posición dominante
La Comisión Europea respira tranquila: el Tribunal de Primera Instancia de Luxemburgo ha ratificado los 497 millones de euros de multa que impuso a Microsoft por abuso de posición dominante en 2004.
El ejecutivo comunitario consideró que la multinacional estadounidense aprovechaba su dominio en los sistemas operativos para expulsar a sus competidores a quienes, además, no facilitaba
información para desarrollar productos compatibles con Windows. También cuestionó la integración del reproductor Media Player en su sistema operativo, y le obligó a venderlo por separado en la UE.
Microsoft tiene dos meses de plazo para recurrir el fallo; el tribunal se ha tomado tres años para ratificar que las tesis de la Comisión eran correctas, y justos los remedios propuestos. Sólo objeta en una cuestión: la UE no podía nombrar a un experto para que supervisara si cumplia las sanciones.
Microsoft, que ha asegurado su colaboración con la justicia europea, ya pagó la multa, pero quedó congelada en una cuenta bancaria hasta la resolución del recurso de apelación, que el tribunal acaba de confirmar. Sanción a la que tiene que sumar otros 280 millones de euros por no cumplir las órdenes de la Comisión al negárse a dar la información técnica requerida a la competencia, alegando que violaba su propiedad intelectual.
Si a nivel económico es peccata minuta para una compañía que ganó 4.700 millones de euros en 2006, a nivel político demuestra que "la Unión Europea ha tenido más exito que Estados Unidos en el control de las prácticas monopolítisticas de las empresas", según el diario The Wall Street Journal. Muchas compañías estadounidenses acuden a la UE para que tome riendas en estos asuntos.
Le pueden caer más multas a Microsoft por monopolio -la UE investiga si controla el mercado con su procesador de textos Word y la hoja de cálculo Excel-, pero no es la única compañía tecnológica en el punto de mira de la comisaria de competencia Neelie Kroes.
El mercado de los procesadores también está bajo sospecha. En 2000, AMD denunció a Intel por abuso de su posición, ya que ésta "sancionaba" a las empresas de ordenadores que incluían los microprocesadores de AMD en un número determinado de ordenadores, normalmente el 20%.
SENTENCIA: www.curia.europa.eu/es/actu/communiques/index.htm
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