Un halo de esperanza

Pocos fichajes exclusivos han dado tan buenos resultados como la compra del estudio Bungie por parte de Microsoft. Cuando los directivos de Redmond vieron las imágenes del primer Halo, proyectado inicialmente para Mac y PC, no dudaron en sacar el talonario y asegurarse de que el Jefe Maestro, protagonista del título, sólo pegaría tiros en Xbox.

Desde entonces, las dos primeras entregas han vendido más de 15 millones de unidades y se ha convertido en uno de los juegos más deseados, hasta el punto que la tercera parte, la primera para Xbox 360, consiguió el hecho insólito de superar el millón de reservas previas al lanzamiento.

El vídeo mostrado en la feria de Los Ángeles, hace algo más de un año, dejó a todo el mundo con los ojos como platos. En el reflejo de la visera del protagonista se podía ver una gigantesca nave, pero el golpe de efecto venía cuando la cámara giraba y se mostraba el inconmensurable territorio que se abría a sus pies, tan vasto y rico en detalles que más parecía una escena de El Señor de los Anillos que un videojuego.

La esencia de la nueva entrega sigue situando en el centro de la acción la batalla de los humanos contra la invasión alienígena de los Covenant, con el añadido de tener que evitar la amenaza de un nuevo virus letal llamado Flood. La revolución que inició Halo significó dar un vuelco a las listas de los más vendidos para consola. Hasta entonces triunfaban los juegos de aventuras y plataformas. Los de acción en primera persona estaban reservados para los usuarios de PC, debido al uso del ratón y el teclado como combinación de control ideal. Pero Bungie supo adaptar su título a las dos palancas de control de Xbox, controlando con una la vista y con la otra el movimiento.

Calidad visual

El acierto fue tal que a partir de ese momento se empezaron a lanzar títulos de acción en primera persona para consola hasta el punto que ahora es el género que mayores ventas registra.

El salto más notable que se desprende de Halo 3 es la calidad visual de todo el conjunto con el paso a la nueva generación de consolas. Siendo el estudio propiedad de Microsoft no es de extrañar que sean los que mejor sepan sacar partido de Xbox 360.

El diseño del protagonista roza lo cinematográfico. El exoesqueleto con el que se protege aparenta solidez y en él se refleja su entorno, deformándose la imagen allí donde ha sido dañado o rozado. La suciedad también hace mella en la armadura cuando se atraviesan las espesas nubes de polvo que levantan las explosiones, haciendo gala de una gestión de partículas espectacular. Bungie es capaz de representar inmensas zonas de roca y desierto sin que éstas parezcan vacías, y al mismo tiempo recrear áreas selváticas donde la vegetación y la humedad se convierten por sí mismas en un enemigo más para la consecución de la misión. Pocos peros se le pueden sacar al apartado técnico, uno de los más depurados que han visto la luz.

Si de algo se jactaban tanto Sony como Microsoft con las consolas de nueva generación era de que la potencia de cálculo no sólo daba para construir bellos escenarios y personajes, sino que sobraría capacidad para otras tareas tanto o más complejas. Y pocas cosas como la inteligencia artificial para demostrar esta teoría. Aunque no se nota en los primeros niveles, poco a poco los enemigos del Jefe Maestro demuestran su capacidad para pensar y resolver distintas situaciones según el contexto en que se hallen, especialmente si se elige el nivel Heroico, el más elevado.

Jackals, Brutes y Grunts echan mano de todo lo que está a su alcance para atacar y defenderse del jugador. Si se les termina la armadura activan potentes escudos de energía para repeler los disparos, se parapetan tras los muros y a veces parece que realizan ataques combinados. De nuevo se pueden usar vehículos, los Warthogs, similares a motocicletas de gran cilindrada propulsadas a reacción, que dan un aire caballeresco a los combates cuerpo a cuerpo ya que es posible disparar desde el carricoche.

Juego en Red

A la envolvente historia se añaden dos modos de juego on-line que aumentan considerablemente la longevidad del título. El primero permite que hasta cuatro jugadores participen de forma cooperativa para terminar la aventura, lo que da pie a situaciones totalmente nuevas ya que la acción se adapta al número de participantes. El segundo modo es un todos contra todos, en solitario o por equipos, con el que se puede disfrutar de todas las armas y vehículos. Es de esperar que en el futuro se puedan descargar mapas desde el servicio Xbox Live de Microsoft.

Este mimo al aficionado (como el perfecto doblaje al español o grabar los combates para posteriormente compartirlos con amigos a través de la Red y volver a visualizarlos desde otros ángulos y velocidades) es buena parte del éxito de la saga. El juego del año para la consola Xbox 360 cumple todas y cada una de las expectativas puestas en él.