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Reportaje:La mayor colonia extranjera en la región

Europeos desde enero

Desde el 1 de enero Rumania es uno de los 27 países de la UE, pero sus habitantes aún no se sienten con plenitud de derechos en la Unión por las limitaciones para elegir su residencia

El 1 de enero de este año, Rumania entró a formar parte del selecto club de los 27 países que integran la Unión Europea. Pero sus ciudadanos aún no se sienten europeos de pleno derecho. En el acuerdo de adhesión se permitía al resto de miembros restringir la libre circulación de rumanos durante un máximo de siete años. Y España estableció que durante los dos próximos años se limitaría la libre entrada de rumanos. Pueden llegar para vivir, pero no para trabajar. Para ello necesitan un permiso de trabajo.

No obstante, desde enero han llegado a la Comunidad de Madrid un 10% más de rumanos de los que había hasta situarse como el primer grupo de inmigrantes de la región, con 170.357 personas. De esta forma superan, por primera vez, a los ecuatorianos. Por áreas, el núcleo más importante se encuentra al este de la capital, donde los rumanos son la población extranjera con más peso demográfico en la mayoría de las poblaciones: Coslada, Torrejón, Alcalá y San Fernando. La fuerza de los ecuatorianos, los segundos más numerosos, está concentrada en la capital. Y los marroquíes, en el tercer peldaño del podio, afincados en el suroeste de la Comunidad.

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Stela y Adrián se instalaron en Torrejón de Ardoz (112.114 habitantes, con 6.854 rumanos) en 2003. Llegaron a Madrid en autobús desde Bucarest. Allí quedó su hijo de 12 años. Tenían conocidos en Torrejón, donde alquilaron un piso junto a otra pareja rumana. "Queríamos trabajar", asegura Stela. "Mi marido no encontraba trabajo allí y yo cosía en una fábrica. Tenía jornadas de hasta 14 horas. Cobraba el equivalente a 150 euros. No podía más. Necesitábamos cambiar". Cada semana envían dinero a su familia para que su hijo continúe sus estudios. "Queremos que esté formado, nosotros no tuvimos esa oportunidad y así tendrá un futuro mejor". Los rumanos enviaron remesas a su país en 2006 por valor de más de 168 millones de euros.

Una vez se establecieron, él logró un empleo en la construcción, y ella comenzó a ofrecerse para limpiar casas y cuidar críos. Una armada de 7.630 rumanos trabaja, según datos del Ministerio de Trabajo, en el sector doméstico.

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A pesar de que los rumanos se hayan convertido en el grupo más numeroso, son más los ecuatorianos que cotizan en la Seguridad Social. Antonio Izquierdo, experto en demografía, decano de la Facultad de Sociología de la Universidad de A Coruña, asegura que "existe mucha más irregularidad en el caso de los rumanos que en el de los ecuatorianos". Según el experto, los ecuatorianos fueron el grupo que se benefició en mayor número del proceso de regularización de inmigrantes de 2005. Además, el flujo migratorio de Ecuador alcanzó tasas muy bajas desde entonces. Mientras, el número de rumanos que se establecía en la región no paró de crecer, muchos en situación irregular, por lo que no pueden cotizar en la Seguridad Social.

A pesar de no ser el grupo que más cotiza, los procedentes de esta república están a la cabeza en el régimen de autónomos. Son los más emprendedores. Maruis Ionel Ioan, director de Inmigración de Torrejón, explica que "debido a la moratoria de dos años establecida para los rumanos, muchos optan por darse de alta como autónomos, ya que es la única forma que tienen de trabajar de forma legal, cotizando a la Seguridad Social". Según éste, "la moratoria es la primera forma de discriminación para los rumanos. Se sienten europeos de segunda, y ven en ella un muro que tienen que superar".

Pablo, de 27 años, vive desde hace tres en Coslada. En su país era maestro y aquí trabaja en la construcción. Hace seis meses regresó a Rumania de visita. "Allí el salario mínimo es de 200 euros, y los precios no son tan distintos de los de aquí", cuenta. Para él la entrada de Rumania en la UE le lleva a divisar expectativas en el futuro de su país. "Quiero regresar, como tantos otros, pero será cuando la situación mejore".

Trabajadores del diario rumano <i>Hoba Dyma,</i> en Fuenlabrada.
Trabajadores del diario rumano Hoba Dyma, en Fuenlabrada.RICARDO GUTIÉRREZ

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