La Embajada de Rumania "desconocía" la situación del hombre que ardió a lo 'bonzo' en Castellón

La embajadora de Rumanía en España, María Ligor, aseguró ayer que el consulado "desconocía" la situación en la que se encontraba el ciudadano rumano que se quemó a lo bonzo hace unas semanas en Castellón y que si éste se hubiera puesto en contacto con la legación diplomática "le habrían ayudado para regresar" a su país.

La embajadora María Ligor inauguró en Alicante unos cursos de rumano para hijos de inmigrantes que se hayan afincado en España y aludió al suceso como "una gran desgracia". Sin embargo, Ligor apuntó que, aunque la situación que viviera esta familia fuera "muy límite, no se puede llegar hasta el extremo de quemarse porque siempre hay otras posibilidades".

"Nosotros en la embajada no sabíamos nada de su situación", insistió la embajadora. "Cuando un ciudadano rumano se encuentra en un estado límite, el consulado puede intervenir para avanzar, en este caso, el coste de un viaje, si lo que quería era regresar a su país", explicó Ligor.

"La familia debería haberse puesto en contacto con el consulado, porque hay posibilidades de intervenir", añadió, "si la embajada no sabe nada de su situación no puede actuar". Asimismo, destacó que, aunque su estado fuera "muy delicado, quemarse no es la solución a los problemas, porque ahora la familia se encuentra desamparada y con muchas más dificultades".

Los hechos ocurrieron el pasado 4 de septiembre cuando el rumano Nikolai Mirita se prendió fuego a lo bonzo frente al edificio de la Subdelegación del Gobierno en Castellón ante su mujer y sus dos hijos para llamar la atención sobre la situación económica que atravesaba a su familia desde que se trasladaron a España y para expresar su desesperación por no lograr ahorrar los 400 euros que necesitaba para costear a toda la familia el viaje de regreso a Rumania.

Mirita, que sufrió quemaduras en el 70% del cuerpo, se mantiene con respiración asistida y permanece ingresado en estado crítico en la Unidad de Quemados del Hospital La Fe de Valencia. Mirita permaneció grave varios días pero el pasado lunes su diagnóstico fue elevado a crítico a consecuencia de un agravamiento de su situación general.

Hace año y medio Rumania autorizó la apertura de un consulado en Castellón -el cuarto en España tras los de Madrid, Barcelona y Sevilla- para atender a los miles de rumanos que residen en la provincia y que opera desde principios de año. Los rumanos son el grupo de inmigrantes más mayoritario con diferencia en Castellón, y el aeropuerto de Reus (al sur de Tarragona) ofrece vuelos directos a Bucarest.