El 'hip-hop' toma el CCCB de la mano del festival Hipnotik
Más que un festival es un encuentro y más que una cascada de conciertos es una suma pausada de actividades que tienen la cultura hip-hop como epicentro. Hoy y mañana el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona acoge la cuarta edición del Hipnotik, acontecimiento que aborda todas las manifestaciones del hip-hop, una música que ha favorecido el reencuentro con el papel y el lápiz a una generación que se creía abandonada a los videojuegos y de la que sus mayores pensaban era casi ágrafa.
Para demostrar que ese divorcio está bien lejos de la realidad, el festival muestra varios botones, ya que en la Sociedad General de Autores, sede subsidiaria del Hipnotik, tendrá lugar un taller sobre escritura (hoy, 12.00 horas), mientras que en una de las aulas del CCCB se disertará sobre un tema muy familiar para todos los padres de los que se supone asistirán a la misma: La canción como expresión de protesta (hoy, 16.00 horas). Es sólo una muestra de un evento que aborda en otra conferencia un tema tan controvertido como el del graffiti: ¿Arte, vandalismo o protesta? (hoy, 18.00 horas) o que incluso se plantea la propia vigencia del hip-hop en la conferencia ¿Hip-hop is dead? (mañana 15.00 horas).
'Graffiti' y rimas
Además de la palabra, elemento clave en el hip-hop junto con el ritmo, habrá baile, concursos y exhibiciones de graffiti (Pati de les Dones, hoy y mañana), una provocativamente bautizada Pelea de gallos -concurso en el que los improvisadores han de rimar sobre la marcha y que será albergada hoy y mañana en el hall del CCCB- y una larga lista de conciertos entre los que cabe lamentar la caída a última hora de Tote King, uno de los grandes atractivos del evento.
Aun con todo, Hipnotik posee suficiente gancho con artistas como Chacho Brodas (hoy, 21.45), el poliédrico proyecto de Griffi, productor de Sólo Los Sólo y uno de los talentos más destacados del hip-hop español. A su nombre se suman los de Falsalarma (hoy, 20.30) y Sinik (hoy, 22.45), recitador francés que ha puesto al primer ministro francés Nicolas Sarkozy en la diana de sus rimas. Para mañana se espera que brillen los nombres de El Chojín (18.15) y de David Lachapelle, realizador de quien se exhibirá su espléndido documental Rize (16.45).
Sin embargo, lo más destacable del Hipnotik es que por su horario y ubicación los menores pueden asistir al mismo, evitándose una situación paradójica muy habitual en Barcelona, que implica la imposibilidad de que los más jóvenes acudan a los conciertos de hip-hop al realizarse en horarios prohibitivos para ellos y en recintos donde la presencia de bebidas alcohólicas veda el acceso a su público natural. A 12 euros la entrada de una jornada y 18 el abono por dos días, el Hipnotik es un poderoso reclamo para los más jóvenes, que ha hecho del hip-hop su seña de identidad estética y musical.
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