Incomprensible
Imaginemos, por un momento, cómo leeríamos el presente libro si no viniera con portada, contraportada y solapas; que ignoráramos el nombre del autor y de la editorial. Sólo el título -que no seduce precisamente- y el texto desnudo: el monólogo de una mujer recluida en la "Casa de Reposo" que se dirige en una cháchara desenfada al invisible "señor Presidente", agradeciéndole el permiso especial concedido al marido -un afamado poeta- para rescatarla de las sombras, y explicándole, con prolijas y escabrosas evocaciones de la vida conyugal, por qué finalmente prefirió quedarse.
Para entender su pedestre monserga matrimonial como versión moderna del mito de Orfeo y Eurídice, necesita el lector poner mucho de su parte; el texto carece de elaboración metafórica e imaginativa; la representación del submundo de los muertos es pobre y burda, como el lenguaje de la poco afligida esposa: el Presidente es "el tío de la cachiporra", las admiradoras del poeta son "lagartas", sus obras "ilegibles libracos". El relato tampoco apunta a la parodia; ignora la duplicidad y no está presidido por el humor. Así que el desconcierto es total; los andrajosos revestimientos clásicos de Así que usted comprenderá apenas ocultan al propio autor; en concreto, la parte trasera de su figura pública, sus vanidades y limitaciones creativas, el al arde de sus proezas sexuales y su amor inagotable, su inocencia e inmadurez, todo rebajado por el rasero doméstico.
ASÍ QUE USTED COMPRENDERÁ
Claudio Magris
Traducción de J. Á. González Sainz
Anagrama. Barcelona, 2007
72 páginas. 9 euros
La teoría de la intertextualidad hace tiempo que advierte del poder manipulador de los paratextos. El hecho de que Claudio Magris, venerado autor de maravillosos ensayos literarios e ingeniosas ficciones ensayísticas, firme este libro (50 páginas), que viene acompañado de dos elogiosas reseñas de críticos italianos, pone las expectativas muy altas, y hace difícil sustraerse al trasfondo autobiográfico. Máxime si el texto corrobora las rememoraciones de los lugares de felicidad compartida, que Marisa Madieri, esposa de Magris, fallecida en 1997, describe en su novela autobiográfica Verde agua (Minúscula). Resulta por ello tan degradante esta imagen de una Eurídice chafardera, y tan bochornosa la figura del ególatra poeta, que se recomienda encarecidamente no asociarlos con Madieri y Magris. Mejor un piadoso olvido (especialmente sobre las vulgaridades del texto) y quedémonos con el Claudio Magris elegante y perspicaz de El Danubio, Microcosmos, Otro mar
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