"Fue un error tras una provocación"
El seleccionador de Portugal se enfrenta a una dura sanción tras agredir al serbio Dragutinovic
Luis Felipe Scolari, el seleccionador brasileño de Portugal, alcanzó la notoriedad el verano pasado, cuando metió al combinado luso en las semifinales del Mundial de Alemania. Entonces ya trascendió su carácter belicoso. Adoctrinaba a todo el que se dejase, con Deco y Cristiano Ronaldo a la cabeza, con mensajitos motivadores por debajo de la puerta. Pero Felipão olvidó la noche del miércoles los consejos que solía predicar. Perdió el control. Dio la razón a quienes le apodaron Sargentão o Disciplinador. El empate con Serbia, con gol de Ivanovic en el minuto 87, le sacó de sus casillas. De poco valía el gol de falta de Simão: Portugal, tercera del Grupo A, se quedaba a cuatro puntos del líder, Polonia.
Furibundo, Scolari se encaró con Dragutinovic y le lanzó un puñetazo a un ojo. "Haya las imágenes que haya, sólo le toqué el pelo", dijo el preparador al término del encuentro, furioso porque entendía que el gol serbio había llegado en fuera de juego. Entonces, tras su acción, no reconoció su agresión al defensa del Sevilla. "Le perdono, pero si no sabe perder lo mejor es que se vaya del fútbol", le recomendó el zaguero serbio mientras esperaba que saliera el avión hacia la capital andaluza. "No le pegué, sólo quería defender a Quaresma", aseguró Felipão. Ayer no tuvo más remedio que pedir "disculpas a Portugal, la federación y a la UEFA" por su "error, que fue en respuesta a una provocación". El seleccionador serbio, el español Javier Clemente, había calificado su comportamiento de "lamentable".
Precisamente la UEFA abrió ayer una investigación por el "comportamiento incorrecto al final del partido", según recoge el artículo 5 de las Regulaciones Disciplinarias del organismo. El Comité de Control y Disciplina de la institución que preside Michel Platini estudiará el caso el próximo miércoles. "No tengo ni idea de qué pasó por su cabeza en este momento. Me tocó un poco la cara, vi que quería pegarme y di un paso atrás. Es un entrenador campeón del mundo, pero esto... Es una imagen muy mala para todos los deportistas", abundó Dragutinovic en declaraciones a Canal Sur Radio.
Scolari, profundamente católico, se mostró ayer "totalmente arrepentido". Reza para evitar una sanción "ejemplar". Allí donde va, no se despega de sus estampas de Nuestra Señora de Caravaggio, santa de Farrouilha, en Río Grande do Sul, de y la Virgen de Fátima.
Pero Scolari no fue el único que perdió la "sangre fría" durante los partidos de clasificación para la Eurocopa. Los irlandeses Keith Gillespie y George McCartney se liaron a golpes antes de regresar de Islandia, donde Irlanda del Norte perdió por 2-1. Gillespie fue el autor del gol en propia puerta que permitió al cuadro nórdico llevarse la victoria en los últimos minutos del choque.
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