El PP acusa a Touriño de ignorar las presiones a TVG y le reprocha que no anticipara la destitución

Las presiones del recientemente cesado secretario general de Relaciones Institucionais, Antonio Losada, a los responsables de TVG, provocaron ayer la reacción del PP gallego. Los populares dicen estar "sorprendidos relativamente" y consideran "inadmisible" que un alto cargo de la Xunta llame a los medios de comunicación para presionarlos. "Touriño ha estado mirando a otro lado y nos sorprende que haya mantenido a este señor tanto tiempo en el gobierno", declaró ayer Diego Calvo, vicesecretario general del PP en Galicia.

La crisis, según Diego Calvo, viene a confirmar "la manipulación informativa en los medios públicos" que el Partido Popular lleva denunciando desde hace dos años y reafirma la necesidad de modificar la actual ley de CRTVG que otorgue una mayor independencia al ente público.

Por su parte el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, anunció ayer cambios en el partido. Tras la dimisión de Xosé Manuel Barreiro, el grupo parlamentario nombró unánimemente a Manuel Ruiz Rivas como portavoz. Como portavoces adjuntos ejercerán el diputado orensano Roberto Castro -que repite en el cargo- y la pontevedresa Pilar Rojo.

El líder popular destacó la necesidad de que haya un grupo político que mantenga la "unidad" en Galicia y manifestó que su partido "sigue igual de unido que en sus mejores tiempos".

Núñez Feijóo aprovechó esta primera reunión tras la parada estival para valorar el trabajo parlamentario del grupo en lo que va de año y se enorgulleció de que su partido haya llevado la iniciativa del 84% de las propuestas presentadas ante la Cámara. "Con el mismo esfuerzo vamos a continuar trabajando para seguir llenando de contenido el debate parlamentario", dijo. El líder del PP lamentó que ninguna de las propuestas de su grupo fuera aceptada a tramitación en el anterior período de sesiones, lo que calificó de "déficit democrático". "No vamos a estar siempre equivocados", dijo.

Feijóo adelantó que llevará "los asuntos de la calle" al Parlamento y buscará "el consenso y el pacto" en los grandes temas que afectan a la comunidad. "Lo importante es aceptar los intereses de Galicia y dejarse de innecesarias discusiones", sentenció. "No es bueno para la imagen de Galicia tanto ruido".