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Roca denuncia que sufre una "persecución" por parte de la policía

El ex asesor de Urbanismo niega su supuesta vinculación con el juez suspendido en Marbella

Javier Martín-Arroyo

El ex asesor de Urbanismo y supuesto cerebro de la red de corrupción de Marbella, Juan Antonio Roca, se quejó ayer de sufrir una "persecución" por parte de la policía y tildó su vinculación con el juez suspendido Francisco Javier de Urquía, de "precipitada", según su abogado, José Aníbal Álvarez. "La policía se inventa las cosas", declaró ayer el ex asesor. Roca compareció ayer por segunda vez ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y reconoció que había gestionado el contrato de compraventa de una vivienda para Arnau Fabrice Albouhair, amigo del magistrado e imputado por cohecho en la causa, pero sin conocer que la casa correspondía a De Urquía. "Le hice un favor a Arnau, y lo único que pudo decirme es que era para un tal Paco", declaró. La policía descubrió dicho contrato en las sedes de la sociedad Maras Asesores, propiedad de Roca, y Planeamiento 2000, desde donde éste dirigía el urbanismo marbellí.

Los investigadores sospechan que Roca abonó los 60.000 euros de entrada para la casa de Urquía. Por el contrario, el abogado de Roca, acusado de cohecho y malversación en esta causa, declaró que todo obedece a un "malentendido". El testigo Fernando Blázquez confirmó ante el instructor Miguel Pasquau que medió entre De Urquía y el promotor para gestionar el pago de la entrada de la vivienda, e incluso contó los billetes abonados por el juez: 60.000 euros en efectivo. Entre la documentación incautada al testaferro de Roca, Salvador Gardoqui, los agentes encontraron una anotación de ese mismo día por 63.000 euros, acompañada de otra de 10.800 euros. Mientras, De Urquía ya reconoció en su primera comparecencia el pago de 60.000 euros en dinero B al comprar la vivienda, valorada en 420.000 euros.

Conversaciones intervenidas

Roca perdió ayer su habitual sonrisa y acudió a la sede del alto tribunal andaluz más serio que de costumbre, incluso cabizbajo. Para su comparecencia, que se prolongó durante dos horas, trajo una voluminosa carpeta negra desde la cercana cárcel de Albolote. En su declaración ante el juez, reconoció su voz en las conversaciones telefónicas intervenidas con

Albouhair, aunque matizó que no las recordaba. "Mi cliente está tranquilo porque no tiene nada que ver con este asunto y no ha pagado a nadie", apuntó su letrado. "Las declaraciones de hoy han sido muy esclarecedoras", añadió.

El juez De Urquía fue suspendido de forma cautelar por el Consejo General del Poder Judicial el pasado julio tras conocerse la causa abierta en el TSJA para esclarecer su presunta vinculación con Roca y determinar si recibió alguno de los habituales sobornos que el ex asesor supuestamente pagó a cambio de favores. El juez Miguel Ángel Torres, que instruyó el caso Malaya para investigar la red de corrupción instalada en el Ayuntamiento de Marbella, fue quien destapó la presunta conducta irregular de su compañero de destino, el juez De Urquía.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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