Una victoria muy cara

El partido se acabó y Bojan, consciente de lo que estaba sucediendo, se fue directo hacia el árbitro. Apenas dos minutos antes, el colegiado le había mostrado la segunda tarjeta amarilla (la primera fue por protestar) por interceptar el saque de una falta de Ghana. La expulsión ya no tenía apenas incidencia en el partido, pero sí en el Mundial. Bojan, el jugador estrella de España, pasó de la alegría inmensa a la desesperación: marcó el gol de la victoria en el minuto 116 y dos después vio el final de la prórroga hundido en la banda.

El jugador del Barça le rogó al árbitro que considerara su decisión, pero el colegiado movió la cabeza de un lado a otro. No hacía falta traducción. Agarrado por sus compañeros, Bojan se quitó la camiseta y se fue llorando. No jugará el domingo con España la final ante el vencedor de la otra semifinal, que disputan hoy Alemania y Nigeria.

El azulgrana hizo el gol del triunfo en el minuto 116 y, tras ver la roja, se fue hundido a la banda

La selección de Santisteban se tomó la revancha con Ghana, ante quién perdió la final en el Mundial sub 17 disputado en Italia en 1991. De entrada, ya ha igualado también el segundo puesto en Finlandia, en 2003, donde cayó en la final contra Brasil. Pero la plata, que ya está en el bolsillo, ha tenido un precio muy alto. Con su gol de ayer, Bojan ha sido el futbolista más determinante de la selección (cinco dianas) y su ausencia se notará. "Esta victoria sólo la empaña la expulsión de Bojan. La alegría es muy grande por lo bien que hemos jugado y ante un rival tan fuerte como Ghana", afirmó Juan Santisteban, feliz por haber derrotado a un equipo tan fuerte como el africano antes de dejar el cargo de seleccionador.

El partido no defraudó. Las dos selecciones brindaron un magnífico espectáculo, con calidad y fortaleza. Ghana fue fiel a su historial y se adueñó pronto del partido. Con una pasmosa facilidad, los africanos alcanzaban el área de David De Egea que, de nuevo, tuvo una actuación estelar cuando desbarató una ocasión de Adams. La ocasión errada de Ghana despertó a una aletargada España, que llegó al descanso tras haber acosado a Addo con una doble ocasión de Bojan, otra de Iago y otra de Camacho.

Y, mediada ya la segunda parte, llegó el gol de España. Iago se fue por la banda izquierda y centró para que Aquino, que controló mal, batiera a Addo. No pudo casi celebrar el gol porque el árbitro tuvo dudas sobre la jugada y le costó darlo como válido. Le quedaba a España dormir el partido hasta el final pero Ghana no desperdició su oportunidad cuando, tras un barullo en la medular, el balón llegó a Adams quien esta vez no falló ante De Egea. La prórroga fue inevitable. España acusó el empate pero tuvo fuerzas para resistir. Los minutos se convirtieron en una agonía esperando un gesto de genialidad de Bojan o Adams, que, agotado, fue sustituido. Era el momento del azulgrana. Fran Mérida lanzó una falta y Bojan bordó una jugada ensayada. El gol metía a España en la final. Pero la alegría quedó empañada por la expulsión de Bojan, ayer un héroe en un mar de lágrimas.