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El inmigrante que se quemó a lo bonzo continúa "muy grave"

María Fabra

El hombre de nacionalidad rumana que el martes se prendió fuego frente al edificio de la Subdelegación del Gobierno en Castellón, sigue en estado "muy grave", según fuentes del Hospital La Fe de Valencia, donde continúa ingresado. El ahora herido quiso, con su acto, realizar una llamada de atención sobre la situación económica de su familia ya que se sentía "desesperado" ante la falta de ayudas para regresar a su país.

La hija del herido mantuvo ayer que el hombre, que tiene quemaduras en el 70% de su cuerpo, cuenta con respiración asistida, lo que le impide hablar. "Si la policía de Castellón y los servicios sociales nos hubieran ayudado, esto no hubiera pasado", señaló. "Todo el mundo nos decía que nos iba a ayudar, y nada", añadió.

Las administraciones públicas ya se han hecho cargo de la familia y estudian la manera de facilitar el retorno a Rumanía, una vez el padre se haya recuperado. Una de las líneas que se baraja es la de acudir a una ONG para que costee los billetes, ya que la Administración no dispone de una línea para tal fin. Las instituciones valencianas también se han puesto en contacto con el Consulado de Rumanía para tramitar el regreso. Mientras, dirigentes del PP y del PSPV sostuvieron ayer un cruce de acusaciones partidistas.

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