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La policía intercepta el mayor alijo de billetes falsos de Europa

Patricia Ortega Dolz

La alarma saltó en el mismísimo Banco de España hace meses. El número de billetes falsos de 200 euros había aumentado en un 200% con respecto a 2006. Alguien estaba colando montones de esos billetes en el país, y los estaba poniendo en circulación. Los agentes de la Brigada XVI de la Jefatura Superior de Policía de Madrid se pusieron a seguirle la pista a esos billetes de tonalidades amarillas.

"Son casi perfectos, de altísima calidad; pasan sin problemas los controles de rayos ultravioleta, sólo son detectables con un procedimiento mecánico específico que no existe en todos los bancos", explicaba ayer el responsable de la investigación, que comenzó en febrero y que se ha saldado con 10 detenidos y la incautación de 2.000 billetes falsos de 200 euros (400.000 euros) -el mayor alijo de dinero falso interceptado en Europa-, además de un arma de fuego, móviles y varios relojes.

Con esa garantía de calidad de los billetes, seis ciudadanos rumanos residentes en Coslada y Torrejón de Ardoz -dos de ellos con permiso de residencia- pagaban alegremente en supermercados, farmacias y estancos. Compraban, por ejemplo, un bote de leche infantil, en el caso de una de las detenidas, que iba acompañada de su hija pequeña y de su marido. La recompensa: el suculento cambio del billete de 200 euros en moneda legal y el objeto adquirido. Éste era el sistema de los llamados pasadores, los últimos en la cadena de distribución desmantelada por la policía. Los seis, detenidos, iban a comisión, y por cada billete que colaban se embolsaban entre 10 y 20 euros. Algunos, más intrépidos, ingresaban el dinero en el banco directamente, con lo que pasaba a su cuenta personal como dinero legal de manera automática. "Fuimos a varios bancos con billetes falsos y comprobamos que no tenían medios para detectarlos", decía el inspector, que aseguró que sólo se había interceptado esta partida y que desconocían si podían haber introducido otras.

Origen: Bulgaria

Por encima de los pasadores había cuatro cuidadanos de origen búlgaro: Iván M. Y. (40 años), Dimitar J. K. (39), Georgi V. V. (50) y Tocho T. B. (54), también residentes en Torrejón. Eran los hombres de confianza de los fabricantes de los billetes, que no han sido detenidos y cuya sede, "supuestamente en Bulgaria", sigue buscando la policía. "Es posible que sigan fabricando y distribuyendo dinero falso por otros países", reconocía ayer el inspector.

Estos cuatro hombres, que introducían los billetes por fajos en un sofisticado zulo en el sistema de aire de sus vehículos, tenían un amplio historial delictivo. Iván, por ejemplo, tenía otras 14 identidades y 22 antecendentes por delitos contra la propiedad. Entre los otros tres sumaban otras 11 identidades, un homicidio y múltiples antecedentes por robo. Ayer, el juez ordenó el ingreso en prisión de todos. Pero muchos de los billetes que colaron siguen corriendo libremente de mano en mano.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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