"Al baloncesto de ahora le falta fantasía y algo de picardía"
Dino Meneghin (Veneto, Italia; 1950) debutó en la Liga italiana a los 16 años y se retiró a los 45 cuando coincidió en la pista con su hijo Andrea. Entre medias, labró una de las mejores carreras que se recuerdan en Europa. Disputó doce finales europeas consecutivas con el Varese y el Olimpia Milano y ganó siete Euroligas entre 1970 y 1988. Posee la segunda mejor marca de partidos internacionales (271) con la selección italiana, con la que conquistó la plata olímpica en Moscú 80 y el oro en el Eurobasket de Francia 83 ante España, además de otros dos bronces. Y fue, en 1970, el primer jugador de una Liga europea en ser elegido en un draft de la NBA, por los Hawks de Atlanta, aunque no dio el salto. En 1991 fue nombrado el mejor europeo de todos los tiempos. Figura referencial, Meneghin aconseja ahora a los jóvenes como asesor técnico de la federación italiana. Y se permite algún cigarrillo mientras charla de baloncesto.
"En Europa, el campo se ha quedado pequeño y eso hace que las defensas se impongan a los ataques. Deberían hacerlo dos metros más largo"
"Lo mejor de Gasol es que no es egoísta. Siempre busca al compañero. Ofensivamente, Navarro es fabuloso. Puede jugar en la NBA con una mano en la espalda"
Pregunta. ¿Cuál es su trabajo?
Respuesta. Hago de intermediario entre jugadores, entrenadores y directivos. Si hay problemas de juego, aporto lo que sé. Y también fuera: cómo se deben comportar, la relación con los periodistas, con los seguidores, todo lo que les rodea... A veces, los jugadores se encierran en sí mismos, creen que nadie les comprende. Yo intento ser su amigo. Confían en mí. Soy algo así como un hermano mayor aunque algunos me vean como un abuelo.
P. ¿Todavía juega alguna vez?
R. Una o dos veces al año por causas benéficas. Pero mi cabeza va más rápido que mis piernas. Ahora disfruto desde fuera. Vivo el ambiente igual que antes y siento las mismas emociones que cuando era jugador. Y, encima, no tengo que pagar entrada.
P. ¿Y cómo sigue en forma?
R. Camino, hago pesas, algunos tiros a canastas..., cosas ligeras, para divertirme. Me gustaría jugar al golf. Llevo 15 años diciéndolo, pero nunca lo hago.
P. ¿En qué ha cambiado el juego respecto a su etapa?
R. Es mucho más profesional. La preparación es mejor y el juego es mucho más agresivo y físico. Se juega a más velocidad y los jugadores tienen más control del balón. Ha cambiado a mejor, aunque en el baloncesto de ahora falta fantasía y algo de picardía. El cambio es muy grande en las defensas. Son fortísimas. En Europa, el campo se ha quedado pequeño y eso hace que las defensas se impongan a los ataques. Por eso se ven marcadores bajos. Hay jugadores que salen a defender al medio campo y los ataques se hacen muy difíciles. Deberían hacer el campo más largo, como en la NBA; dos metros más. Así se podría alejar la línea de tres puntos y correr más. Ahora todos tiran de tres. Es muy fácil.
P. ¿No le gustaría entrenar?
R. No he nacido para ser entrenador. Entrenar es jugar una partida de ajedrez: cuándo meter un jugador o quitarlo, ver lo que hace el otro entrenador, cambiar la defensa... Yo, así, no disfruto.
P. ¿Su mejor entrenador?
R. El profesor [Aleksandar] Nikolic, en los años 70, me enseñó a ser un profesional. Sandro Gamba, con el Varese; Giancarlo Primo, el entrenador nacional que me enseñó a defender...
P. ¿El mejor rival?
R. Sabonis era muy difícil de detener. Alto, grande, fuerte, podía jugar dentro o fuera. A Kresimir Cosic, del Zadar, le he admirado como jugador y como hombre. Tachenko fue el más difícil de marcar, un armario ropero.
P. ¿Cómo fue jugar con su hijo?
R. Cuando lo vi enfrente, me hizo sentir muy viejo. Él tenía 16 años y jugaba por placer. A nuestro alrededor había mucha presión. Su madre estaba de su parte. Entendí que el tiempo pasa.
P. ¿Cómo ve a Italia?
R. Hay muchos jóvenes con talento. Una mezcla de pasión y calidad, de Bargnani y Belinelli, y la experiencia de Basile y Marconato. El equipo me gusta. No sé si están preparados para ganar, pero sí para jugar bien. El debut contra Eslovenia fue bastante malo. No tuvimos concentración.
P. ¿Demasiado jóvenes?
R. Son jóvenes, pero con experiencia. Bargnani ha jugado en la NBA y Belinelli ha disputado un Mundial. Deben aprender a jugar cada día con la misma intensidad.
P. ¿Por qué no llegó a la NBA?
R. Los Hawks de Atlanta me eligieron y punto. Nadie me llamó para probar. En 1974 recibí una carta de los Nicks para ir a una Liga de verano, pero me acababa de operar del menisco. Nunca se volvieron a acordar de mí. En otra vida, me presento yo.
P. ¿Qué ha cambiado para que jueguen ahora tantos europeos?
R. La NBA tiene más consideración ahora por los europeos. En el pasado hubo jugadores que podían haber ido perfectamente a la NBA, pero no los conocían. Ni nuestro juego. Pensaban que éramos jugadores de serie b. Ahora vienen a llevarse a nuestros mejores jugadores. También es márketing. Tener a un turco o un italiano en Nueva York abre mercados. Algunos no sabían ni dónde estaba España e Italia y viendo a Gasol o Garbajosa se han dado cuenta de que fuera de su país se juega un grandísimo baloncesto.
P. ¿Habría triunfado usted?
R. Si tuviera ahora 25 o 30 años, jugaría sin duda en la NBA. No sería un fuera de clase, pero haría mi trabajo muy bien. En América priman al especialista. En Europa, los jugadores deben hacer de todo.
P. ¿El mejor de ahora?
R. Kobe Bryant. LeBron James es una fuerza de la naturaleza. En el futuro será el mejor, pero Kobe tiene fuerza, juego y personalidad. El mejor europeo es Nowitzki.
P. ¿Bargnani?
R. Es el jugador perfecto para la NBA. Tiene un buenísimo tiro de lejos y es muy frío, controla las emociones. Eso le ayuda mucho. En la NBA madurará. Es como un pequeño Nowitzki, el futuro Nowitzki.
P. ¿Y Belinelli?
R. Debe mejorar mucho. No aprovecha todavía su potencial para el uno contra uno y a veces piensa sólo en el tiro. Debe defender mejor. Tiene piernas para ello.
P. ¿Se esperaba a España campeona del mundo?
R. Para mí, no fue ninguna sorpresa. España y Grecia fueron las más fuertes. Los españoles dieron una demostración de fuerza sin Gasol. España es la gran favorita. Luego, Grecia, Turquía y espero que Italia.
P. ¿Qué representa Gasol?
R. Es muy técnico. Juega bien por arriba y por abajo. Con su cuerpo puede parar a cualquiera y hacer que su rival cambie el tiro. Y lo mejor de él es que no es egoísta. Juega mucho para el equipo. Estando en la NBA, podría jugarse ocho de cada diez balones, pero no lo hace. Siempre busca al compañero.
P. ¿Y Garbajosa?
R. ¡Un mito! Si lo ves por la calle, no te imaginas de lo que es capaz. Hace lo justo en el momento apropiado: un robo, un tiro importante, correr... En los momentos decisivos siempre aparece la mano de Garbajosa.
P. ¿Ve a Navarro débil físicamente para jugar en la NBA?
R. Puede jugar en la NBA con una mano en la espalda. En el ataque es fabuloso, pero debe mejorar en la defensa.
P. ¿Los mejores jugadores?
R. Me gustan los que son entrenadores en el campo, los que tienen en la mente lo que pasa en la pista. El gran jugador ha de ser protagonista sin forzarlo. Los que fuerzan ese protagonismo no son inteligentes. Desequilibran el equipo. Significa que no piensan.
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