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Barberá reclama al Gobierno presidir el consorcio de la Copa

Las administraciones firman hoy con ACM sin resolver la polémica

Ignacio Zafra

Rita Barberá quiere ser la única presidenta del Consorcio Valencia 2009, el órgano que reúne a las tres administraciones en la Copa América. El Gobierno pretende que el cargo sea rotatorio. La alcaldesa dijo ayer que su objetivo consistía en "defender con toda razón y toda la pasión" el protagonismo de Valencia. Ayuntamiento, Generalitat y Gobierno firman hoy el contrato con ACM con la polémica abierta.

Barberá aspira a reeditar el modelo elegido en 2003, cuando las tres administraciones implicadas en la Copa eran del mismo color político. La llegada al Gobierno de los socialistas, en 2004, no alteró la situación. Para la próxima edición, sin embargo, el Ejecutivo, que paga 42 de los 105 millones del canon a America's Cup Management (ACM, la sociedad creada por Ernesto Bertarelli, el amo del Alinghi, para gestionar la competición), además de otras inversiones, ambiciona un reparto "equitativo" de la presidencia.

"No recuerdo ningún gran acontecimiento mundial que no presida un representante de la ciudad que lo acoge y organiza", declaró la alcaldesa, que hoy tiene previsto firmar con la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, y con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, el contrato con ACM. Fuentes del Ejecutivo aseguraron que la falta de acuerdo respecto a la dirección del consorcio no acarreará problemas, porque el documento no debe contener "necesariamente" la estructura de la entidad.

Barberá utilizó también otro tipo de argumentos. La Copa, dijo, "se la han currado los valencianos, que en el año 2003 fueron los que lucharon por conseguirla"; "lo importante es la ciudad de Valencia, su protagonismo, su futuro, el objetivo, otra vez, de hacer la mejor America's Cup de la historia, y por eso creo que la representación debe recaer en los valencianos".

Tanto el Ayuntamiento como el Gobierno han rechazado que las discrepancias respondan a la voluntad de protagonismos personales o políticos. El modelo rotatorio, insistió un portavoz del Ejecutivo, no implica mayor capacidad de decisión; se trataría solamente de una cuestión de "equidad".

El reparto sería a partes iguales y no estaría basado en la aportación económica de cada administración, que es considerablemente menor en el caso del Ayuntamiento. Los negociadores del Ejecutivo han ofrecido a Barberá que su turno coincida con la recta final de las regatas, cuando la Copa adquiere más visibilidad.

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La alcaldesa abordó en el mismo acto, una visita a las instalaciones de su gabinete de comunicación, la marcha de las nuevas infraestructuras, como la llegada del AVE y el soterramiento de vías. "Vamos a colaborar las tres administraciones, respetando el papel de Valencia y no asfixiando económicamente a la ciudad", declaró.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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