Swatch apuesta por las 'energías limpias'

Desde hace algo más de una semana no se habla de otra: el último y ambicioso proyecto presentado por Nicolas Hayek, el legendario creador de la marca de relojes Swatch. El veterano empresario, nacido en Líbano hace casi 80 años, tiene en Suiza un estatuto cercano al de padre de la patria gracias a lo que significó para el renacimiento de la economía helvética la creación de sus famosos relojes Swatch. Hayek se lanza así a la que posiblemente sea la última aventura de su mítica carrera: el desarrollo de pilas de combustible de hidrógeno capaces de generar energía limpia aplicable desde la calefacción de viviendas hasta motores de coche.

El proyecto, realizado en colaboración con la compañía eléctrica Grupo E de Friburgo y las Escuelas Politécnicas Federales (EPF) de Zúrich y Lausana, espera dar sus primeros resultados entre 2010 y 2012, según anunciaba el miércoles pasado Philippe Virdis, director del Grupo E. Además de proporcionar energía eléctrica para uso doméstico, el proyecto debería ser igualmente aplicable en la industria automovilística, una de las grandes pasiones de Nicolas Hayek. Recordemos que este hombre estuvo en los años noventa en el origen del hoy célebre y pequeño coche híbrido conocido como Smart, desarrollado en asociación con Daimler-Chrysler. Tras invertir más de 120 millones de euros en ese automóvil, Swatch acabó cediendo el Smart a Mercedes-Benz.

La inversión para iniciar el proyecto será de unos 20 millones de euros, de los que el 51% pertenecerá a Swatch Group y a Hayek Engineering

La empresa naciente, que espera ver la luz en dos meses, aspira a entrar en Bolsa aunque todavía se desconoce cuál será su nombre

La inversión para iniciar el proyecto será de unos veinte millones de euros, de los que el 51% pertenecerá al Swatch Group y Hayek Engineering. El desarrollo posterior de la idea será financiado por "un gran banco de nivel internacional", cuyo nombre no ha sido desvelado, mientras que la logística estará en manos de Hayek Engineering. Según afirma Hayek, el proyecto interesa desde ya "a empresas como Fiat, Renault y Toyota". Por su parte, "la pila doméstica no sería más grande que una lavadora", y debería ser capaz de generar hasta el 50% de la energía eléctrica necesaria en una casa. El costo de dicha energía no debería "superar los 10 céntimos de euro por kilovatio/hora".

El proyecto no entra en la esfera de la ciencia-ficción, dado que ya existe el coche prototipo conocido como Hy Light, desarrollado por los laboratorios Michelin en Friburgo (Suiza). Este coche experimental, "alimentado por agua", es capaz de viajar a 130 km/h y tiene una autonomía de 400 kilómetros. El hidrógeno necesario para su funcionamiento es provisto gracias a un sistema de placas solares fijas instaladas en su techo. De hecho, Hayek comenta que Michelin será "uno de los posibles socios del proyecto en una segunda fase".

La empresa naciente, que espera ver la luz en dos meses, aspira a entrar en Bolsa aunque se desconoce aún cuál será su nombre o dónde estarán instalados sus cuarteles generales, pero se barajan como candidatas las ciudades de Biel, sede del Grupo Swatch, y Friburgo, base del Grupo E.