El Bellas Artes de Málaga cumple diez años cerrado
El Museo de Bellas Artes de Málaga cumplió ayer 10 años cerrado al público desde que en 1997 comenzara su desalojo para acondicionar su sede hasta entonces, el Palacio de Buenavista, como Museo Picasso. Sus obras continúan almacenadas en el ático del Palacio de la Aduana.
En este decenio se han planteado distintas alternativas para su ubicación, que finalmente será el propio Palacio de la Aduana, sede actual de la Subdelegación del Gobierno, aunque todavía no han comenzado las obras de rehabilitación ni existe una fecha de reapertura. Una extensa nómina de responsables políticos en la que figuran Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre, Carmen Calvo, Ángel Acebes, Javier Arenas, Celia Villalobos, Jesús Caldera o Jordi Sevilla, entre otros, han participado en este periodo en la toma de decisiones sobre la pinacoteca.
Después de rechazar la propuesta de la Junta para instalarlo en el antiguo colegio de San Agustín, el Gobierno central del PP apostó por el convento de la Trinidad. El ministro de Educación y Cultura en 1999, Mariano Rajoy, dijo que la nueva sede se inauguraría en 2002. Sin embargo, la decisión ha ido cambiando en estos años y se ha optado por soluciones como aceptar el uso compartido de la Aduana como museo y Subdelegación o la propuesta del PSOE de destinar todo el inmueble al museo. En 2005, la entonces responsable de Cultura, Carmen Calvo, anunció el inicio de la conversión de la Aduana en museo para finales de 2006, aunque la redacción del proyecto no se adjudicó hasta agosto de ese año, con un plazo de ejecución de seis meses.
El museo dispone de una colección de unas 15.000 piezas en su sección Arqueológica, entre ellas algunas importantes de las épocas fenicia y árabe, y de otras 2.000 en la sección de Bellas Artes, con pinturas decimonónicas de Muñoz Degráin o Moreno Carbonero, además de una colección de grabados de Picasso.
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