Consolidador con alas
Delta Airlines optó por dejar la gestión de la compañía en manos del que durante casi cuatro años fuera su gran competidor o enemigo, Richard Anderson, del que espera utilizar los nuevos vientos que soplan en la industria aeronáutica para consolidar su posición. La aerolínea con sede en Atlanta, la tercera mayor en EE UU, salió en abril de la bancarrota tras lanzar una profunda reestructuración.
Al puesto de Gerald Grinstein se postulaban dos altos ejecutivos de la compañía. Sin embargo, el consejo de administración optó tras tres meses de búsqueda por la vía externa. Richard Anderson, de 52 años, fue consejero delegado en Northwest Airlines entre febrero de 2001 y noviembre de 2004. Fueron los años más difíciles del sector, que se vio azotada por los ataques suicidas del 11-S, la crisis económica y el alto precio del petróleo. Allí trabajó durante 14 años en varios puestos de dirección. Antes de llegar a Delta Airlines, Anderson estuvo al frente de los departamentos de servicios financieros y tecnología de salud en la aseguradora United Health. Sin embargo, este ejecutivo no era ajeno a la nueva realidad que se vive en la aerolínea, donde ocupaba uno de los 11 asientos del consejo desde que la compañía emergiera de 19 meses en suspensión de pagos. Era, de hecho, el único veterano de la industria junto a Grinstein.
Este reconocido ejecutivo, que en sus orígenes ejerció como fiscal en un condado en Tejas tras graduarse en Derecho por la Universidad de Houston, también formó parte del equipo de consejeros legales de Continental Airlines en 1990 y ocupó un puesto en el consejo de Cargill y Medtronic. Delta considera, pues, que Anderson tiene una experiencia corporativa y sectorial probada para seguir adelante con el plan de reflote diseñado por Grinstein.
Como dicen en el sector, posee una mezcla correcta de liderazgo, visión estratégica, experiencia internacional y conocimientos de la compañía para capitalizar las oportunidades que tiene ante sí. Y es que, a lo largo de su carrera profesional, Gerald Grinstein demostró su maestría para aguantar ante la presión de sus competidores y responder a las nuevas condiciones del mercado con innovación y enfocándose en las necesidades de los clientes. Y destacan también su buen de entendimiento con los sindicatos.
El nombramiento de Arderson, que será efectivo el próximo 1 de septiembre, volvió a dar alas a la posibilidad de que pueda materializarse una fusión entre Delta y Northwest. US Airways también se mostró interesada por sus activos en enero pasado, en pleno proceso de reflote.
