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Reportaje:

El tortuoso 'modelo Alfa Group'

El conglomerado es un ejemplo de las nuevas sociedades rusas que llegan a las Bolsas occidentales

El modelo de Altimo es digno de analizarse. Para romper las prevenciones que las tortuosas operaciones de la sociedad podían levantar crearon un consejo de notables que incluye al ex ministro británico de Exteriores lord Douglas Hurd; a sir Roderick Lyne, antiguo embajador británico en Rusia; Kurt Hellstrom, presidente y primer ejecutivo de Ericsson hasta 2003; sir Julian Horn-Smith, que trabajó dos décadas en Vodafone; Jack Rosen, presidente del Consejo Mundial Judío e íntimo amigo de Bill Clinton; y Peter Watson, que formó parte del Consejo Nacional de Seguridad estadounidense durante el primer Gobierno de George W. Bush y luego se convirtió en jefe de la institución pública de inversión Overseas Private Investment Corporation.

Alfa Group era el dueño indirecto de Crown Resources, la titular de la carga del 'Prestige' que naufragó frente a las costas gallegas en 2002
Alfa Eco forma parte de las firmas investigadas por pagar sobornos durante el intercambio de petróleo por alimentos con Irak
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Esto no quita que Altimo levante ampollas, no sólo por su aventura iraní. Su fama va precedida por diversos contenciosos, por ejemplo con su socio Telenor. Altimo y Telenor son socios en Vimpel Communications (VimpelCom) de Estados Unidos. Telenor presentó el pasado 6 de junio una demanda en un juzgado mercantil de Nueva York en la que acusa a Altimo de haber violado los pactos entre ambas sociedades al adquirir a sus espaldas acciones de VimpelCom.

Para los fondos de inversión, este tipo de incidentes no son un sólo detalle. Pero además, a este tipo de inversores no se les escapa que Altimo es parte de Alfa Group, que no sólo incluye a Alfa Bank, sino que además era propietaria de Petroleos de Tiumen (TNK) y de Alfa Eco, esta última forma parte de las empresas investigadas por su actividad en el intercambio de petróleo por alimentos con Irak, con serias acusaciones de haber pagado comisiones a diversas personalidades del Gobierno de Sadam Husein.

Pero, pese a una lucha feroz entre British Petroleum y TNK, la primera acabó adquiriendo un 75% de TNK en 2003, dejando en manos del Alfa Group un 25% del capital. Para España esta batalla empresarial ha tenido una importancia indirecta: Alfa Group, además de propietario de TNK, era el dueño indirecto de Crown Resources, con base en Zug (Suiza), la empresa titular de la carga del petrolero Prestige, que naufragó frente a las costas gallegas en 2002 provocando un desastre ecológico. Todo un hito. El hecho de que TNK fuera propietario encubierto de la carga del Prestige, y que Crown Resources fuera la heredera de Crown Trade and Finance Gibraltar, antes Crown Trade and Finance Islas Vírgenes, forma parte de un estilo de negocios que está en el fondo de los recelos de los grandes inversores institucionales.

La pregunta básica que se hacen respecto de este tipo de sociedades es ¿qué respeto tienen por los derechos de los accionistas minoritarios?, ¿cuál es su concepto de las normas de buen gobierno con las que regulan sus operaciones?

El Alfa Group, fundado por el magnate ruso Mijaíl Fridman en 1988 forma parte de la cohorte de empresas y empresarios forjados a expensas de las privatizaciones pos-soviéticas, en este caso en particular a caballo de la relación con Boris Yeltsin durante su periodo de Gobierno. Estas estirpes se forjaron, precisamente, avasallando derechos de minoritarios encaramándose en la estructura de poder del Estado.

El fenómeno nos vuelve a tocar de cerca desde que otro magnate ruso, Oleg Deripaska, de 39 años y propietario de la industria rusa del aluminio Rusal y de Basic Element con sede en Suiza, anunciara que había adquirido el 10% de la constructora Hochtief tras adquirir ACS un 25% de la misma. Deripaska adquirió la principal empresa constructora de Moscú en agosto de 2005 en un proceso poco claro. Entretanto, la sociedad holding de Deripaska, Basic Element, anunció la salida a Bolsa de Londres de su filial Rusal, la principal empresa de aluminio de Rusia. Tras el anuncio, el pasado 12 de julio Mijaíl Cherney -uno de los padres fundadores de la industria del aluminio pos- soviética-, afirmó ser el propietario encubierto pero real de un 20% de Rusal y dijo que presentaría una apelación ante la Suprema Corte británica para afianzar sus derechos.

Como se verá, todo parece indicar que no se trata sólo de una lucha entre mercados por captar nuevas sociedades cotizadas. Bajo la superficie hay un verdadero hervidero de incertidumbres.

El magnate ruso Mijaíl Fridman, fundador del Alfa Group.
El magnate ruso Mijaíl Fridman, fundador del Alfa Group.

Las tijeras del desequilibrio

La energía con la que el London Stock Exchange ha desarrollado su marketing en años recientes han llevado a su molino una cantidad creciente de empresas de países en desarrollo. Hoy, teniendo en cuenta que las caídas bursátiles de estas semanas debido a la crisis de las hipotecas basura puede influir en el crecimiento económico futuro, es difícil pronosticar cuál será el resultado de esa gestión.

La crisis bursátil ha dado paso a tensiones monetarias y ello agita de forma creciente el fantasma de 1997-1998. Un yen subvaluado que tiende a corregir su cotización cada vez que los especuladores deshacen posiciones en esa moneda, y un rublo que tiembla porque está sobrevaluado. No es sencillo a estas alturas prever cuál será el ordenamiento monetario que quede tras la crisis financiera veraniega. Aún es pronto para hacer balance, apuntan los analistas, aunque aseguran que "estas correcciones, tanto en los parqués de acciones como en los mercados monetarios, no dejarán sin tocar a unas bolsas cada vez más globalizadas y más concentradas".

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