_
_
_
_
_
Reportaje:

Una de cal y otra de playa

Los empresarios temen el efecto del alza de las hipotecas y la depreciación del dólar en el futuro del turismo, que vuelve a batir récords

Un nuevo año, un nuevo récord turístico. Más visitantes, más ingresos. El resultado de la ecuación: España conservará su segundo puesto mundial en ambos apartados. Y, sin embargo, comienza a aparecer alguna que otra nube sobre el sector. El crecimiento se frena y la subida de los tipos de interés y las hipotecas se presentan como los grandes enemigos de las vacaciones

Si se mantiene el ritmo de entradas registrado hasta julio, con un 2% de crecimiento anual, casi 60 millones de turistas extranjeros llegarán a España hasta finales de año. Y también gastan cada vez más: 828 euros por turista hasta junio, un 0,9% más que hasta la mitad de 2006. Un dato que la secretaria general de Turismo, Amparo Fernández, destaca porque el incremento de ingresos se produce pese a que la estancia media desciende.

La llegada de visitantes foráneos se frena, y los españoles tienen menos dinero para gastar

El pasado martes, el secretario de Estado de Comercio y Turismo, Pedro Mejía, calificó la temporada de "muy buena". El ritmo de crecimiento, en cambio, rebaja el optimismo y sugiere que el techo está cercano. En años atrás, el incremento en la llegada de extranjeros fue mayor: el 4,5% en 2006, y el 6,6% en 2005, según el Instituto de Estudios Turísticos. Los responsables públicos explican que llegados a este punto (récord sobre récord) se complica mantener la cadencia de otros años y que es una temporada de "consolidación". El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el pasado jueves una encuesta que desvelaba que los ingresos de los hoteles han crecido un 3,9% en un año y las pernoctaciones un 2,3% desde enero.

Los principales actores del sector, en cambio, subrayan más el freno que las subidas, porque puede indicar problemas para los próximos años. "El año ha sido similar a 2006, que fue bueno, pero hemos notado una desaceleración", señala José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, la patronal de grandes empresas turísticas españolas. A esta tesis también se abona Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos: "En general el año, si se mantiene así toda la temporada, puede ser similar a 2006, que fue bueno, aunque no excepcional".

Además de este matiz a la hora de calificar la temporada turística, el Gobierno y las patronales del sector discrepan sobre la marcha de los ingresos. Una diferencia que llega a las cifras. El Ministerio de Turismo fija el desembolso total en 11.970 millones de euros hasta abril, un 2,4% más que el ejercicio anterior. Exceltur se acoge a los cálculos de Banco de España y habla de 10.494 millones. "No se trata de cifras contradictorias, simplemente métodos diferentes", justifica Zoreda. El segundo dato refleja la cifra desde que se aterriza en España; el primero, desde que el viajero sale de su casa.

Pero la principal preocupación del sector se centra en el turismo nacional, que aporta la mitad de sus ingresos y cuyo crecimiento ha sostenido la actividad en la primera mitad de la década, cuando el flujo de visitantes extranjeros empezó a perder fuerza. "Es un mercado consolidado, de familias y muy importante, que tiene un gasto medio superior al del resto en vacaciones, por su forma de ser", explica Juan Molas.

Son también familias cada vez más endeudadas. Y la escalada de las hipotecas y los tipos de interés dibujan un panorama menos propicio a gastar dinero en vacaciones. Sólo el próximo mes se espera que los créditos inmobiliarios medios (150.810 euros) se encarezcan más de 90 euros mensuales: 1.000 euros menos en el presupuesto familiar para el próximo año.

"No hay la misma alegría a la hora de gastar", asegura José Luis Gisbert, presidente de Anhcea, una asociación que agrupa a heladeros y horchateros españoles. Una situación que Anhcea relaciona más con que las familias tienen menos dinero para el consumo que con las bajas temperaturas en algunas zonas turísticas.

Agencias, operadores turísticos y asociaciones del sector temen que las subidas de las hipotecas y el encarecimiento de todo tipo de préstamos se noten aún más en los próximos meses. "De momento no es grave, pero si siguen incrementándose los tipos de interés se puede notar en los próximos trimestres", explica Zoreda.

"El gasto medio baja, por las hipotecas y también por los precios, que en general han subido en los últimos dos años", añade Ramón Buendía, gerente de la Unión de Agencias de Viajes. Según el INE, los hoteles son aquí un 3,3% más caros en julio que hace un año por las mismas fechas. El índice de precios al consumo registró una subida del 2,2% y hoteles, cafés y restaurantes contribuyeron al ascenso con un incremento del 5%.

Las encuestas del INE reflejan además un cambio en los hábitos vacacionales, tanto de españoles como de extranjeros: reducción de las estancias y distribución en más periodos a lo largo del año. A ello hay que sumar los cambios en la forma de contratar las vacaciones.

"Los más mayores siguen prefiriendo los paquetes y los más jóvenes ir por libre gracias a Internet", apuntan desde Globalia. El turista con un programa perfectamente planificado cada vez escasea más: sólo tres de cada diez visitantes contrata con antelación un paquete de servicios turísticos.

Si la Red ha tenido su impacto sobre el sector, no menor ha sido el de las aerolíneas de bajo coste. Allí donde comienzan a aterrizar y despegar los aviones de estas compañías el turismo coge fuerza y se adapta mejor a las nuevas demandas del mercado. Ésta es una opinión compartida por el sector y la Administración que las cifras confirman. En Madrid, donde Easyjet y Ryanair han situado bases operativas meses atrás, la cifra de visitantes foráneos ha aumentado hasta el pasado julio un 11%. En cambio, Canarias -alejada por la distancia de las rutas de las compañías de bajo coste- perdió un 3,6%.

El transporte no es el único factor que explica el retroceso del archipiélago. "El turista que antes visitaba Canarias ahora muchas veces elige el Caribe", explican en Sol Meliá. La caída del dólar favorece los viajes hacia el otro lado del Atlántico. Los complejos que controla la empresa española Globalia en República Dominicana, Cuba y Cancún registran una ocupación cercana al 98%, y calculan que el 15% de los que disfrutan en las playas de arena blanca y la pulserita del todo incluido son españoles. También los cruceros ganan terreno, hasta un 50% este año.

Pese a todo, el turismo de sol y playa en España sigue siendo la estrella del veraneo. "Lo que mejor funciona es la Costa del Sol, de Levante, Dorada y de la Luz, que mantienen ocupaciones cercanas al 90%", recuerda un responsable de Sol Meliá, que espera que septiembre sea "un buen mes".

Veraneantes en una playa de Torremolinos (Málaga).
Veraneantes en una playa de Torremolinos (Málaga).JULIÁN ROJAS

Veranear cuando el sol no aprieta

Encontrar a alguien que pase un mes completo de vacaciones en verano es cada vez más difícil. La gente, tanto españoles como extranjeros, tiende a fragmentar más sus periodos de descanso. La consecuencia: vacaciones más cortas y escapadas a lo largo de todo el año.

La estancia media de los turistas que vienen a España se ha reducido de 11 a 9 días en los últimos tres años. El número de pernoctaciones hoteleras se ha acortado un 0,6% entre este julio y el mismo mes del año pasado. Sin embargo, algunos puentes, como el del primero de mayo, elevan la ocupación en la costa hasta el 90%.

La consecuencia, según apuntan desde la Federación de Hostelería de Valencia, es que la temporada turística, tal y como se ha entendido tradicionalmente, comienza a reducirse sólo a agosto. Julio pierde fuelle, e incluso septiembre le supera.

A esta tendencia, que se observa en todo el mundo, han contribuido decisivamente las compañías de bajo coste e Internet. Estas aerolíneas no sólo han democratizado los viajes en avión, sino que al abaratarse el precio de los billetes, se ha hecho posible que la gente se plantee subirse en un avión hasta Roma o Berlín sólo para pasar el fin de semana. Estas aerolíneas copan ya el 20% del mercado aéreo español.

Internet también ha hecho su trabajo. Los turistas organizan sus propios viajes con mucha más facilidad, y eso se traduce en la bajada de los viajes en paquete y a través de agencias tradicionales.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_