Fomento intenta desbloquear la oposición de Altea a la nueva variante

La tramo de la N-332 que cruza el núcleo urbano de Altea es señalado en el último informe del Real Autómovil Club de Cataluña como uno de "riesgo muy elevado". La Dirección General de Tráfico también lo considera como uno de los puntos negros. Las muertes anuales se cuentan por decenas. El año pasado, en el kilómetro 152, hubo 36 muertos. Pero el Ayuntamiento rechaza sistemáticamente desde hace años todas las ofertas de variantes que han formulado los distintos responsables del Ministerio de Fomento y amenaza con un recurso contra la última propuesta que puede paralizar las obras otros diez años.

El pasado 31 de julio, Fomento publicó el anuncio oficial por el que se acuerda la aprobación definitiva del estudio informativo de la variante de Altea, con la alternativa 1A, que afecta a 14 kilometros de longitud, con un presupuesto base de licitación de 68,2 millones de euros.

Es un nuevo proyecto, pero el Gobierno central lleva desde principios de los noventa intentando pactar un trazado con el Ayuntamiento. Nunca se ha alcanzado un acuerdo debido al estrecho margen para comunicaciones en la zona y a la presión urbanística.

El Ayuntamiento de Altea, gobernado por el PSPV, está dispuesto ahora a plantar batalla al Ministerio de Fomento para que esta variante no se realice y no descarta plantear un recurso contencioso ante la Audiencia Provincial. En 1995 el entonces alcalde del PP, Miguel Ortiz, tumbó un proyecto similar aprobado por el Gobierno de José María Aznar. Ahora serán los socialistas quienes se enfrenten a un gobierno de su mismo signo político, y en caso de victoria podría dilatar el proyecto más de 10 años.

La alcaldesa en funciones de Altea, Verónica López, ha anunciado una reunión la primera semana de septiembre con los responsables de Fomento en Madrid.

La gratuidad de la AP-7

"Nosotros queremos un trazado alternativo, porque este tiene un gran impacto. Realmente nuestra propuesta es liberalizar la AP-7, y en caso contrario disminuir el impacto actual de la circunvalación", señala López.

El trazado aprobado afecta de manera significativa a varias zonas del municipio como son Barranquet, Sogay y Altea La Vella. Todos los partidos políticos hicieron bandera en la campaña electoral de que impedirían el proyecto, que significaría la destrucción de la emblemática Finca Santa Bárbara.

La postura de los socialistas alteanos es firme. Durante el proceso de información pública del proyecto de la variante se presentaron 1.500 alegaciones por parte de vecinos afectados y el consistorio.

Todos los partidos, incluido el PSPV, rechazaron en abril de 2006 el trazado en un pleno en el que pidieron como alternativa la gratuidad de la autopista AP-7.