Un salvavidas cada vez más completo
Corrige los derrapajes de forma automática, sin intervención del conductor, y en la mayoría de ocasiones supone la diferencia entre tener o no un accidente. El ESP se lanzó al mercado en 1994 (lo estrenó el Mercedes Clase A) y es el sistema de seguridad activa más importante hasta ahora. En España lo montan ya el 50% de los coches nuevos. En Europa, la media está en el 45%, aunque en países como Alemania roza el 80%. Son datos de Bosch, uno de los suministradores principales. Además, Estados Unidos ha anunciado que será obligatorio para todos los fabricantes y modelos a partir de 2011.
Cada vez más completo y eficaz, el ESP se está convirtiendo en el centro de seguridad del automóvil, el pilar sobre el que se apoyan muchos de los dispositivos de protección. Y las últimas evoluciones lo confirman, como la nueva función de respuesta antivuelco. Si los sensores del ESP detectan que se va a producir un vuelco (inclinación de carrocería excesiva), es el propio sistema el que, instantes antes del accidente, manda desplegar los airbags laterales y tensar los cinturones para mejorar la protección de los ocupantes. Y lo mismo sucede con la también nueva función de colisión lateral, en la que el ESP activa los sistemas de protección interiores del lado en el que se va a colisionar.
Son pequeños matices que aportan grandes resultados, porque permiten adaptar la respuesta a cada situación. Estas dos nuevas funciones se empezarán a aplicar en 2008 en modelos de todas las marcas. Un año después, en 2009, llegará la frenada automática después de haber recibido un impacto trasero, que trata de evitar el efecto rebote (el coche sale despedido y vuelve a colisionar).
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