Cambiar el coche por la canoa

Todavía es posible escapar de los atascos en las carreteras, de las bocinas camino a la playa y del estrés que todo ello supone en un momento teóricamente pensado para el descanso. ¿Cómo hacerlo? En Huelva lo han descubierto. Y sólo han tenido que echar la vista atrás y recuperar el clásico medio de transporte que unía varias localidades antes de que los puentes y las carreteras borrasen el romanticismo de antaño, el encanto de los transbordadores fluviales y marítimos; las canoas, como se les conoce en la provincia. Las más clásicos son las de Punta Umbría y Ayamonte.

Las canoas eran la base de las comunicaciones entre pueblos vecinos. Fueron fundamentales durante años para conectar Huelva con Punta Umbría, como recuerda Juan Albadalejo, vecino de Barcelona que pasó su infancia en la provincia de Huelva. "Antes cogíamos la canoa para todo. Hoy me he montado con mi familia un poco para recordar aquellos tiempos. Par que lo vean mis hijos", dice rumbo a Punta Umbría. Ayamonte también dependía de la canoa, que le unía con su vecino portugués de Vila Real de Santo Antonio, al otro lado del Guadiana.

La construcción de los puentes hizo posible el rápido enlace por carretera de estos municipios y el negocio de las canoas entró en declive. Pero el mismo turismo, favorecido por las mejoras de la red viaria, se ha encargado de mantener esta seña de identidad de la costa occidental onubense. A ello hay que unir el cariño y nostalgia de muchos onubenses que siguen montando en las canoas por costumbre.

En los últimos años, las iniciativas para reflotar las empresas de los transbordadores parecen enderezar su rumbo. En verano, entre Huelva y Punta Umbría funciona la popular Canoa de Punta que, circulando por el hermoso paraje natural de Marismas del Odiel, ofrece un agradable paseo de 45 minutos desde el centro de las dos ciudades. La canoa también puede alquilarse para fiestas particulares. En Ayamonte, un trasbordador enlaza en 10 minutos el pueblo andaluz con su hermano portugués de Vila Real de santo Antonio. Cruzar los ríos Odiel y Guadiana de esta manera, supone ahorrarse muchos kilómetros de carretera y la posibilidad de llegar de manera rápida y fiable al destino deseado, en un trayecto en el que disfrutar del paisaje no tiene precio. El pasado domingo, a la una de la tarde, la canoa de Punta Umbría zarpó con 150 pasajeros, no estaba completa pero en las cubiertas se veían pocos asientos libres. Abundaban los turistas nacionales y los domingueros onubenses dispuestos a pasar una cálida jornada bañándose en el Atlántico.

A la altura de la Isla Saltés, después de pasar bajo el puente Juan Carlos I, la brisa, que ya es plenamente marina golpea el rostro de los pasajeros. "Prefiero la canoa al coche porque es mucho más agradable, ves el paisaje, el agua, llegas en un momento...", dice Alfonso Carlos García, de 23 años, que junto a tres amigos se ha sentado a proa armado de toallas y neveras de plástico para aguantar en Punta hasta las ocho de la tarde, hora en la que regresa la última embarcación.

El precio que han pagado Alfonso y sus amigos es de cinco euros ida y vuelta. Las salidas desde Huelva son de 11.00 a 15.00 cada dos horas y por la tarde a las 19.00 y a las 21.00. La canoa de Ayamonte cobra 4,50 euros en caso de viajar pasajero con vehículo; 1,35 para adultos. Su capacidad es de 120 pasajeros y ocho vehículos. Las salidas desde Ayamonte son desde las 09.30 a 21.30 cada media hora.